Plano medio de Alberto Núñez Feijóo en el balcón de Génova, con los brazos en alto haciendo el gesto de la victoria con los dedos

OPINIÓN

Los errores de Feijóo

No hay peor error en política que vender la piel del oso antes de cazarlo

Visto lo visto, Alberto Nuñez Feijóo -y su equipo- cometieron varios errores.

1 Ir de ganador: No hay peor error en política que vender la piel del oso antes de cazarlo. Es lo que hizo Feijóo. Hasta anunció que ya tenía en la cabeza el nombre de la vicepresidenta. Era una manera de cortar el paso a Abascal.

2. Campaña de buen rollo: en política hay que pelear hasta por el último voto porque si no puedes echarlo en falta. Feijóo, con las encuestas a favor, optó por una campaña presidencial. Pero no siquiera se enjuiciaba la obra de gobierno de Sánchez ni las alianzas. 

3. Estar más pendiente de Vox que del PSOE. Feijóo ha caído en la trampa que le prepararon. Sobre todo tras los pactos autonómicos con Vox. Sánchez decía que el pacto con Podemos era un “gobierno progresista”, en cambio, un eventual ejecutivo de PP y Vox era el “bloque de la ultraderecha".

4 Giro al centro: El líder del PP se ha preocupado más por intentar arañar votos en el PSOE, e incluso a Podemos -lo dijo en Barcelona- que en su flanco derecho. La idea era pasar página. En su última entrevista, en El Mundo, afirmó que su gran objetivo era recuperar la “concordia”. 

5. No ir al debate a tres: Nunca se sabrá cómo pudo influir su ausencia, pero dio imagen de miedica. Es fruto de otros errores mencionados: iba de ganador. 

6. Vivir en una burbuja: la comparecencia de Feijóo fue la que tardó más y la que duró más. Inconcreta en algunos puntos. Demostró que vive en una burbuja porque es el ganador de las elecciones, pero -si no es con el PNV y Vox- no tiene opciones. Sánchez, en cambio, al que todo el mundo daba por perdedor, puede repetir alianzas.

7. Creerse a los diarios del PP: La burbuja se extiende a los medios de comunicación más próximos al PP. Algunos, como el ABC, ya ha hecho autocrítica. Yo, la verdad, es que cuando vi a los militantes del PP saltando de alegría en la noche electoral no lo entendí. Me pareció retroceder a Aznar en 1996. O incluso el 2000. Feijóo ahondó en mi desconcierto. Soñaban con 150 diputados y no necesitar a Vox. Se han dado de bruces con la realidad.