Imagen de una copa menstrual

OPINIÓN

TV3 y las mujeres

Ya se lo preguntaba J.K. Rowling en un mensaje que le costó la cancelación por parte de la 'inqueersición': "¿Personas que menstrúan? Estoy segura de que antes había una palabra para esta gente"

Editorial Arnau Borràs

El feminismo institucional (o feminismo queer), ese que promueve que ser mujer es un sentimiento y otras sandeces como permitir a hombres biológicos que se declaran trans competir contra mujeres reales, no ha parado de repetirnos una y otra vez que este nuevo feminismo en ningún caso borra a las mujeres.

Da igual, por ejemplo, que las estadísticas por violencia de género puedan verse alteradas por el hecho de que ahora cualquier hombre puede convertirse legalmente mujer solo expresando su voluntad ante la administración. O que mujeres se queden sin opciones de conseguir logros deportivos porque un hombre biológico, con toda su testosterona, ha decidido competir en la categoría femenina y alimentar así su ego de deportista fracasado.

Ellos siguen con lo suyo. “No, el transactivismo no borra a las mujeres”. Que se lo digan a la primera mujer que cruzó la línea de meta en la carrera de montaña de Sant Pere de Torelló, que quedó segunda porque un tal Quim, que dice sentirse mujer cuando corre por la montaña, subió a lo más alto del podio en la categoría femenina a pesar de ser el 55º hombre clasificado.

Podríamos poner muchos más ejemplos, como que ahora se ve que expulsan mujeres de sus manifestaciones si hacen el símbolo del triángulo con las manos. Porque claro, hacer un gesto que representa unos ovarios es transexcluyente y por lo tanto fascista, reaccionario y de extrema derecha.

Este artículo podría ser prácticamente eterno si numeramos todas las ocasiones en las que este nuevo feminismo queer ha borrado a alguna mujer. El último caso lo hemos tenido esta semana. De quién si no que de la mano de TV3, la televisión woke por excelencia que nos cuesta a todos los catalanes más de 330 millones de euros anuales.

Esta semana, la Consejería de Igualdad y Feminismos de la Generalitat ha empezado a repartir bragas reutilizables y copas menstruales, que las mujeres catalanas podrán recoger gratuitamente a partir de la semana que viene en las farmacias. ¿Cómo nos lo ha contado TV3? 

“Todas las personas que tienen la regla podrán recoger estos productos”, dicen. “Cada persona menstruante podrá recogerlas en las farmacias”, pone en el cuerpo de la noticia. Ya se lo preguntaba J.K. Rowling en un mensaje que le costó la cancelación por parte de la inqueersición: “¿Personas que menstrúan? Estoy segura de que antes había una palabra para esta gente”.

Al fin y al cabo, que cada uno utilice el lenguaje que quiera, faltaría más. El problema viene cuando estos sinsentidos se potencian desde las instituciones públicas. Unas instituciones públicas que, además, dicen abanderar el feminismo. Un feminismo que no solamente borra a las mujeres (permitiendo trampas en el deporte, expulsado mujeres de manifestaciones o incluso evitando pronunciar la palabra 'mujer'), sino que también se atreve a acosar a las que tienen la valentía de alzar la voz ante este delirio. Aunque tampoco podemos esperar mucho más de un sector que apenas sabe contestar a la pregunta '¿qué es una mujer?'.