El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene durante presentación del programa electoral del PSOE para las elecciones generales en Madrid
OPINIÓN

La izquierda desaparecida

¿Ser de izquierdas es la Ley Solo sí es sí o la Ley Trans?

Desde la distancia ideológica he de confesar cierta debilidad por Pedro Sánchez. Gana contra pronóstico las primarias del 2014. El ‘candidato oficial’ era Eduardo Madina, víctima de ETA.

Luego consigue 85 diputados en las elecciones de junio del 2016. El peor resultado del PSOE en toda la democracia. Lo echan los barones del partido en octubre. Pero vuelve en junio del 2017 tras recorrerse media España en un Peugeot.

A continuación llega a La Moncloa con una moción de censura pese a tener solo 84 diputados. Él había dimitido. Tras alcanzar el poder contra pronóstico, ERC y Junts le tumban los Presupuestos.

En Cataluña estuvimos tres años -entre el 2017 y el 2020- sin ellos y a nadie se le pasó por la cabeza convocar elecciones anticipadas. “Això va democràcia”, exclamaban.

Gana los comicios de abril del 2019 con 123 diputados. No se entiende con Albert Rivera -“¡Con Rivera no!”, proclamaban en Ferraz la noche electoral- y tiene que volver a convocarlas en noviembre.

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene en el acto de inicio de la campaña, en el Pabellón de Convenciones de la Casa de Campo de Madrid, a 6 de julio de 2023, en Madrid

No es que tenga una flor en un sitio, es que tiene un verdadero jardín. Siempre al filo de la navaja. Un verdadero jugador de póker. Amante del riesgo. Del todo o nada.

La última jugada ha sido convocar las generales tras perder las municipales. Se lo juega todo a una carta. Va a todos los medios, incluso a los más hostiles. Solo le falta Jiménez Losantos.

Lo que pasa es que en este caso, los que juegan con fuego a veces acaban quemándose. Pero déjenme que aparte de errores -el peor en política es ir de sobrao-, no todo es culpa suya.

Es también del PSOE. Esos comités federales que eran una balsa de aceite. Esos congresos de cara a la galería. Como el de Valencia. Ahora que no se quejen. Más dura será la caída.

Primer plano de Pedro Sánchez en un mítin del PSOE con la mano levantada

Pero también de la izquierda. Política, mediática y cultural. Podemos ha sido una piedra en el zapato. Un verdadero lastre capaz de hundir al buque más insumergible.

Esa manía de empecinarse en los errores. De gobernar a golpe de tuit. La izquierda de toda la vida no puede ser la Ley solo sí es sí, la ley Trans, la de protección animal.

Ya sé que, en las listas del PSOE y de Podemos, ya no hay obreros del metal. Todos son asesores, altos cargos, politólogos. Pero me gustaría saber qué piensan los votantes de izquierda -la de los barrios humildes- de tanta pijería.

E incluyo, por supuesto, Yolanda Díaz, para que no se vaya de rositas. Lo único que sabemos es que quiera ser presidenta del Gobierno. A mí también me gustaría ser George Clooney.

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