El verdadero motivo por el que Jaime de Marichalar se separó de la infanta Elena

Jaime de Marichalar fue un desconocido para la ciudadanía hasta el 24 de noviembre de 1994. Este día fue la primera vez que la Casa Real anunciaba un compromiso nupcial. En concreto, el de él con la infanta Elena.

De esta manera, Jaime de Marichalar pasaba a convertirse en miembro de la familia del rey Juan Carlos I y en objetivo de la prensa. Y más aún se puso en el foco mediático cuando se casaron y tuvieron dos hijos. No obstante, su protagonismo fue mayor si cabe en el momento en el que se comunicó la separación de él y la infanta Elena.

Esta ruptura pilló por sorpresa a todo el mundo y se originaron numerosas especulaciones en torno al porqué de la misma. Aunque parece que hay una razón clara y contundente.

La separación de Jaime de Marichalar y la infanta Elena

La infanta Elena siempre intentó mantener una vida sentimental bastante discreta, pero esto no impidió que se conociera el nombre de algunos de los hombres con los que había estado. Nos estamos refiriendo a Luis Astolfi, a Cayetano Martínez de Irujo y a Alfredo Santos Galera. Pero, salvo tímidamente, no se había oído hablar con contundencia de Jaime de Marichalar, con quien anunció su compromiso en 1994.

A todo el mundo pilló por sorpresa el noviazgo y la inminente boda, que se produjo el 18 de marzo de 1995 en Sevilla. De este modo, iniciaron una vida en común, vivieron dos años en París y después regresaron a Madrid. Aquí formaron un hogar y aquí fue donde nacieron sus hijos: Froilán, en 1998, y Victoria Federica, en el año 2000.

La infanta y su marido se dejaban ver juntos en distintos actos públicos. Y, por supuesto, estaban siempre presentes en los eventos donde tenía que mostrarse al entonces rey Juan Carlos con toda su familia. De ahí que parecía que estaban felices y unidos, aunque nada más lejos de la realidad.

Según se ha publicado años después, tras el nacimiento de Victoria, el matrimonio entró en una profunda crisis. Tanto es así que, al parecer, la infanta se planteó separarse de manera definitiva. Pero su plan se fue al traste por algo que ocurrió.

En efecto, Jaime sufrió en diciembre de 2001 una isquemia cerebral, que le afectó seriamente, entre otras cosas, en su movilidad. Por consiguiente, ella decidió continuar con el matrimonio, estar a su lado e incluso vivir casi un año con él en Estados Unidos. País donde el navarro recibió un tratamiento de rehabilitación.

Eso sí, en 2007 se anunció por parte de Casa Real el “cese temporal de la convivencia” entre los dos. Y luego, dos años más tarde, se produjo definitivamente el divorcio. Así, tomaron caminos separados, aunque parece que ninguno ha conseguido rehacer su vida sentimental.

¿Por qué se produjo el divorcio de Jaime de Marichalar y la infanta Elena?

Jaime de Marichalar se puso en el disparadero mediático tras salir a la luz la separación, al igual que Elena. Y es que fueron muchas las informaciones y especulaciones que se publicaron respecto a qué les había llevado a romper.

Con el paso del tiempo, la verdad se ha descubierto: se divorciaron porque tenían caracteres totalmente diferentes. Esto les hacía discutir con mucha frecuencia y la convivencia llegó a un punto en el que era insostenible.

Además, eran muy opuestos en cuanto a aficiones y hobbies. Mientras a él le gustaba trasnochar, codearse con la alta sociedad y salir mucho, a ella le apasionaba todo lo contrario. Disfrutaba madrugando, yendo a entrenar con sus caballos y quedándose en casa.

Descubierto esto queda de manifiesto que lo suyo era la crónica de una separación anunciada. Eran poco compatibles, como lo siguen siendo ahora. Solo hay que ver que aunque están separados continúan enfrentándose, en este caso, porque tienen opiniones contrapuestas sobre la vida de sus hijos.