Manifiestamente optimista
El Barça vuelve a sembrar dudas después de un partido marcado por el alto ritmo y la intensidad del Rayo Vallecano
En otro partido en el que el Barça dejó dudas sobre su rendimiento en una semana europea trascendental, voy a mostrarme manifiestamente optimista con el futuro del equipo de Xavi.
Vallecas no es un estadio fácil para el Barça, sobre todo en las últimas temporadas. Sabíamos que el Rayo plantearía un partido de alto ritmo, futbol directo y muchísima intensidad.
Al Barça no le llegó su estado actual para sacar una victoria. Sin embargo, he dicho que seré optimista, sobre todo pensando en los futbolistas que hoy se han quedado fuera del once: Ter Stegen, Kounde, Araujo, Gundogan, Fermín, Raphinha, Joao Félix…
El futuro del equipo esta temporada lo marca el nivel de una plantilla que se define por esos nombres de jugadores que hoy se han quedado fuera del once y la vuelta a buen nivel de dos futbolistas claves como De Jong y Pedri.
Una semana complicada para el Barça
En una semana en la que todos hemos pensado en Gavi, era realmente interesante cómo iba a tratar de forma pública Xavi el tema de la lesión del centrocampista blaugrana.
Como no podía ser de otra forma, Xavi no cargó contra De la Fuente. Xavi es consciente de que si el problema de raíz es el calendario y la exigencia física, Gavi tenía más posibilidades entonces de haberse lesionado jugando con el Barça. Es fácil imaginar las críticas que hubiera recibido en ese caso el egarense de los que siempre le están esperando con el cuchillo afilado.
El problema es mucho más profundo y tiene que ver con que todos los elementos que forman parte del tablero del futbol profesional no están dispuestos a cambiar la situación. Y es así porque todos se benefician (evidentemente también los futbolistas) de un futbol cada vez más mercantilizado en el que mandan los shares y las audiencias.
El ejemplo de la regulación del “Load Management” esta temporada en la NBA nos da una pista de hacia donde se encaminan las Competiciones de élite. Espectadores y televidentes quieren ver a los cracks.
Xavi Hernández conoce mejor que nadie el Barça
Los futbolistas son piezas intercambiables. Olvidaremos durante un tiempo a Gavi con la esperanza de que surja de la Masía un nuevo centrocampista ADN Barça.
Así fue como con pocos días de diferencia desterramos al fenómeno Ansu Fati y nos abrazamos al efecto Lamine Yamal.
Lo que fue menos previsible fueron las críticas de Xavi al “entorno”. No veo a Lewandowski, Gundogan, Iñigo y compañía condicionados por las críticas al equipo. Las altas expectativas y no las críticas son las que pueden hacer mal a los jóvenes del equipo.
Xavi conoce como nadie el Barça y sabe que ese entorno forma parte de la idiosincrasia del club. Es algo con lo que se debe contar. En otros lares conocidos prima el dirigido “pensamiento único y acrítico”. No en el Barça, para bien y para mal.
Habría que estar en su cabeza para conocer la razón de esas palabras. Sin embargo, en mi opinión, la crítica cainita siempre divide e identificar claramente quién se relame con el mal momento actual del Barça, multiplica.
La confianza en que Xavi lo identifique y consiga que el equipo vuelva a funcionar agarrado a la pelota es lo que me hace ser “manifiestamente optimista”.
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