El amigo de Dani Alves relata el estado del futbolista la noche de los hechos

Este martes se celebra la segunda sesión del juicio contra el exjugador del FC Barcelona, Dani Alves, que se enfrenta a una pena de 9 a 12 años de cárcel por un presunto delito de agresión sexual. El brasileño lleva más de un año en prisión preventiva, tras ser acusado de cometer este acto en la discoteca Sutton de Barcelona el 30 de diciembre de 2022.

Tras escuchar las declaraciones de los trabajadores, empleados y director del local de ocio nocturno, ha sido del turno de Bruno Brasil, el amigo que estuvo con Dani Alves en la discoteca la noche de los hechos. Ha aseverado que él condujo aquella noche hacia la discoteca, ya que  Dani Alves había "bebido mucho" durante toda la tarde. Comieron y bebieron en Eixample de Barcelona y la Taverna del Clínic, para después ir al Nuba y acabar en Sutton.

Bruno ha explicado que Dani Alves tomaría "una botella de vino, dos copas de whisky y dos gin-tonics" antes de entrar en la sala. Ha dicho que fue el camarero el que invitó a las chicas a subir al reservado "pero es cierto que fui yo quien dio la señal para que lo hiciese" y pidieron una botella Magnum de cava. Ha asegurado que bailaron con ellas "con respeto, habiendo química pero respetuosa" y que accedieron enseguida.

También afirma que la denunciante y las amigas no estaban incómodas, sino que "al contrario, pasándolo bien". Sobre Dani Alves y la víctima, ha señalado que "bailaban juntos como los demás".

Bruno cuenta lo que vio cuando Dani Alves y la víctima fueron al lavabo

A preguntas de la fiscalía, Bruno ha explicado que vio a Dani Alves ir hacia el lavabo y que la víctima accedió después, mientras que él se quedó con las amigas en la zona VIP "bailando y haciendo bromas". Minutos más tarde vio el futbolista salió del baño y puso a bailar con ellos. Bruno declara que hablaba con la prima de la víctima cuando el exjugador del Barça regresó del servicio.

"Al salir del baño, Dani (Alves) vino a mi lado y siguió bailando en el mismo reservado. Estábamos yo y la prima, intercambiando redes sociales. Cuenta que cuando la víctima abandonó el lavabo, "vino, habló conmigo y la prima y las dos se despidieron de mí".

Después la denunciante y su prima se despidieron, mientras que Alves y él siguieron un rato más bailando en el reservado. Más tarde se fueron y condujo de nuevo para llevar a Dani Alves a su casa. Al salir de la discoteca, asegura que el pasillo estaba muy oscuro y que no vio llorar a la víctima.