
Borja González desvela el futuro de su relación con Ana Solma en 'Supervivientes'
El concursante había desvelado sus problemas conyugales previos a su entrada al reality de Telecinco
La de esta gala ha sido una noche muy intensa para Borja González. Tras recibir la buena noticia de que era el primer salvado por la audiencia, 'Supervivientes' todavía guardaba nuevas sorpresas para el concursante. Ana Solma, su pareja, viajaba hasta Honduras para protagonizar un emotivo reencuentro que deja claro su futuro tras el concurso.
Recordamos que la relación de Ana y Borja no se encontraba en su mejor momento antes de 'Supervivientes'. La pareja se había resentido debido a las responsabilidades del día a día, como el trabajo o el cuidado de Luca, su primer hijo. "Tenemos que cuidar la relación, somos padres, trabajamos y luego, lo último, va nuestra relación", confesaba entonces el participante, entre lágrimas.
Ahora, la organización de 'Supervivientes' ha preparado un emotivo reencuentro en el que Patricia Montero, mujer de Álex Adrover, viviría un papel clave. La actriz ha sido la encargada de llevarle una tablet con imágenes de Luca, a quién hace más de dos meses que no ve. "Vengo de parte de Ana, ella no podía venir", le mentía Patricia, cómplice del programa.
Confesiones entre lágrimas
Sin sospechar nada, Borja González observaba muy emocionado los vídeos de su hijo, que había aprendido a andar durante su ausencia. "¿Cómo ha crecido tanto? Parece que tenga 3 años", decía el joven, muy emocionado. Un momento muy emotivo en el que Ana Solma aparecía por detrás para sorprenderle: "¿De verdad pensabas que no iba a venir?", decía.
Sin dudarlo, Borja González se lanzaba contra su novia, a la que llenaba de besos y abrazos tirados en la arena. "Te he echado mucho de menos", le confesaba ella, mientras él mandaba un contundente mensaje al programa: "No pienso dejar que os la llevéis", amenazaba entre risas.
Entonces, Carlos Sobera les cuestionaba directamente sobre la crisis que estaban viviendo. El presentador se sorprendía de verles tan unidos, teniendo en cuenta todos los problemas que han compartido públicamente desde el inicio del concurso.
"Eran problemas como que a veces no me deje hablar en discusiones o que estoy demasiado con el móvil y no le doy tiempo de calidad", confesaba Borja. Una explicación que acompañaba desvelando lo mal que lo había pasado en el primer mes de concurso, asegurando que llegó a considerar el abandono.

Sin embargo, dos meses en Honduras le han hecho reflexionar y darse cuenta de la razón que tenía su pareja. "Hay cosas que cambiar", admitía él, que terminaba despidiéndose entre besos y abrazos muy acaramelados de su pareja. "No me vuelo a separar, Dios", exclamaba antes de regresar a su playa.
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