La vida de Ferit y Seyran da un giro de 180º tras lo ocurrido en 'Una nueva vida'

Después de una historia llena de altibajos, momentos de sufrimiento y varias despedidas, finalmente ha llegado el día tan esperado. Ferit y Seyran han sellado su amor con un "sí, quiero" que simboliza un nuevo comienzo en 'Una nueva vida'.

Desde aquel primer intento de compromiso en Antep, muchos eventos han marcado su camino, siendo el trágico accidente de Suna el punto de inflexión. Lo que en un principio era un matrimonio impuesto, carente de afecto, ha ido transformándose con el tiempo en un vínculo profundo y real.  La inevitabilidad del amor entre ellos finalmente se ha hecho presente en 'Una nueva vida'.

En un giro inesperado, la familia Korhan ha regresado a la casa de los Sanli para solicitar nuevamente la mano de Seyran. En esta ocasión, la declaración de Ferit en 'Una nueva vida' es clara: su amor por Seyran es genuino, y no dudará en hacer lo necesario para estar a su lado.  Después de haber estado cerca de la muerte a causa del disparo de Tarik, la familia de Ferit finalmente ha comprendido que deben dejar de imponer decisiones sobre él y respetar su felicidad

Este cambio de perspectiva se reflejó en el gesto de Halis Korhan, quien, en un acto de humildad, pidió disculpas y se rebajó ante la familia de Seyran. Kazim, por su parte, le entregó la mano de su hija, pero dejó en claro que nadie más le haría daño a Seyran: "No habrá una tercera vez. Si alguien cruza la línea, cerraré la puerta para siempre".

Así, la historia ha dado un giro definitivo, pero esta vez con el corazón bien colocado.  La boda no ha sido un evento común; ha sido una celebración de alto nivel, llena de luces, emociones y rodeada de seres queridos. Una fiesta que quedará en la memoria de todos los asistentes en 'Una nueva vida'.

De estemodo, Seyran ha deslumbrado con un vestido de ensueño, complementado con una tiara que parecía salida de un cuento de hadas. Por su parte, Ferit, elegante y radiante, no podía ocultar la felicidad en su rostro. Juntos,  han caminado hacia el altar, tomados de la mano, con la certeza de que esta vez su destino lo han elegido ellos.