Una masía en les Llosses, en Gerona

SUCESOS

Mustafá, el okupa de la masía del Ripollés: 'Solo saldré muerto'

Un hombre abrió fuego con una escopeta de perdigones contra su vecino

La madrugada del pasado miércoles un hombre abría fuego contra un otro en Les Lloberes, comarca del Ripollés. Lo primero que se supo es que se trataba de un okupa que vivía en una masía apartada y que había abierto fuego con una escopeta de perdigones contra su vecino, un hombre de unos 25 años.

El objetivo de este hombre era que no pudiera entrar en el recinto y le atestó hasta 40 perdigonadas. Según parecía, el objetivo era poder echar al okupa, de nombre Mustafá, que opuso resistencia.

De hecho, Mustafá decidió atrincherarse en esta masía que okupaba desde hacía años y cuando llegaron los Mossos no solo no se entregó, sino que rehuyó cualquier tipo de negociación.

Los Mossos d'Esquadra hicieron lo que es habitual en estos casos: desplegaron en la zona Agentes del Arro, para intentar negociar co Mustafá y practicar una detención pacífica. Al no poder conseguirlo, se activó el protocolo y llegaron los miembros del Grupo Especial de Intervenciones.

Tras varios intentos de negociaciones, la policía catalana entendió que sería imposible llegar a un acuerdo. Según apunta ElCaso, Mustafá llego a asegurar que solo "saldría muerto" de la masía. 

En ese momento, pues, los Mossos entraron en la masía y llegaron a la habitación donde se había atrincherado. Mustafá volvió a usar su escopeta de perdigones, pero recibió varios impactos de bala. Concretamente cuatro. Una vez neutralizado, actuaron los servicios médicos y fue trasladado en helicóptero a un hospital de Barcelona, donde sigue custodiado por la policía.

Cabe destacar que un mosso fue herido de carácter leve por una perdigonada de Musfafá. Tanto el policía como el hombre de 25 años no sufren heridas de gravedad.
 

Según adelanta  ElCaso, hace un par de años terratenientes alemanes compraron diversas fincas en esta zona. Debido a esto, otros vecinos ya se habían visto obligados a irse, mientras que él, se negaba. Llevaba más de 20 años viviendo allí de manera irregular, él la había arreglado y, según los vecinos, gracias a él se mantenía en pie.