Más violencia en Cataluña: Un grupo de menores siembra el pánico con varias agresiones

Los Mossos d’Esquadra han detenido a nueve menores de edad que el domingo 9 de junio cometieron una violenta agresión durante las fiestas de Santpedor (Barcelona). 

Los detenidos la emprendieron a golpes contra dos muchachos y una chica, que sufrieron contusiones y una herida abierta, y tuvieron que ser atendidos en el hospital. Los Mossos abrieron una investigación que se saldó con la detención de estos ocho jóvenes.

Según informa Laura Serrat en Regió7, los detenidos estarían también relacionados con otras agresiones y peleas en Manresa y sus alrededores. Se trata de chicos de entre 14 y 17 años, residentes en Manresa, que habrían protagonizado robos con violencia y agresiones en los últimos meses. Al menos cinco de ellos habrían participado en una reyerta a finales de mayo en un polígono durante la feria de esta localidad.

Otro incidente tuvo lugar el 5 de mayo, cuando un chico de 13 años fue agredido por otros siete menores: lo siguieron a la salida del instituto y cuando estaba solo le robaron la cadena que llevaba de forma violenta. 

Anteriormente, otro menor había sido víctima de amenazas y agresiones por parte de estos delincuentes. Fue víctima de varias palizas por parte de este grupo, que además le llamaban al teléfono insultándolo y amenazándolo. La denuncia de las víctimas ha sido clave para la investigación, que ha culminado con la detención de los menores tras su última paliza en las fiestas de Santpedor el 9 de junio.

Problema grave de seguridad en Manresa

Los Mossos d’Esquadra llevan tiempo haciendo un seguimiento especial a la situación en Manresa. La policía tiene constancia de la existencia de grupos de jóvenes extranjeros, la mayoría menores de edad, que se dedican a robar y amedrentar a los vecinos. El caso salió a la luz tras difundirse las imágenes del violento robo que sufrió una chica en el portal de su casa recientemente.

Días antes, una menor de edad fue víctima de un intento de robo por parte de un grupo de menores, y otro joven fue víctima de una paliza a palos. Estos episodios se suman a la pelea multitudinaria del pasado verano, que desembocó en movilizaciones de los vecinos hartos de la inseguridad en la ciudad. La izquierda les acusó de racistas y organizó una concentración paralela contra la extrema derecha.

Desde entonces, Manresa es una ciudad tensionada por el debate sobre la inmigración y la seguridad. A nivel político esto se traduce en un crudo enfrentamiento entre Junts, que abandera la denuncia de la inseguridad, y ERC y la CUP, que acusan a quienes lo denuncian de comprar el marco mental de la extrema derecha.