Brutal ataque de un magrebí a una chica en Manresa
Preocupación por el aumento de los robos con violencia en la capital del Bages
Manresa lleva tiempo en el foco de la actualidad por la inseguridad disparada, manifestada sobre todo en un preocupante aumento de los robos con violencia. Según las últimas cifras oficiales del Ministerio del Interior, la criminalidad ha aumentado un 16% durante el primer semestre de 2024.
Este municipio de 80.000 habitantes y con un 20% de inmigración fue la ciudad grande de Cataluña donde más votos consiguió Aliança Catalana en las recientes elecciones, siendo la cuarta fuerza más votada con 2.812 votos (un 9,42%). La quinta fue Vox con 2.002 votos y un 6,70%, ambos partidos por delante de la CUP
En pleno debate sobre la seguridad en Manresa, el diario El Caso publicó ayer las sensibles imágenes de un robo con violencia en un portal de la ciudad. El vídeo corrió por las redes como la pólvora, desatando la indignación entre los vecinos y ciudadanos de toda Cataluña hartos de la degradación de la convivencia. En Manresa, como en otras ciudades catalanas, muchas mujeres han cambiado sus hábitos por miedo a salir a la calle cuando oscurece.
Según informa el digital, los Mossos detuvieron ayer por la mañana al joven magrebí de 23 que presuntamente agredió de forma violenta a esta mujer. Los hechos ocurrieron la noche del 21 de mayo en la carretera de Vic, una de las arterias principales en el centro mismo de la ciudad. En las imágenes se ve como el joven espera a que la chica se meta en el portal para abordarla y la agrede violentamente para robarle el móvil.
Con toda probabilidad saldrá en libertad
Las cámaras de seguridad captaron la violenta escena, en la que el agresor tira a la mujer al suelo, la golpea repetidamente y la arrastra hasta la puerta antes de escapar. Las imágenes fueron clave para que la policía pudiera identificar al agresor y proceder a su detención. Le acusan de un delito de robo con violencia y está a la espera de pasar a disposición judicial para decidir si ingresa en prisión o, con toda probabilidad, queda en libertad.
Pese a que el ayuntamiento de Manresa niega que haya un problema de inseguridad, los robos con violencia se han disparado de forma alarmante los últimos meses. Los propios Mossos d’Esquadra reconocen que el incremento está vinculado a magrebíes muy jóvenes que se organizan en grupos para asaltar a las víctimas. Y lo más preocpante es que no dudan en hacer uso de una violencia extrema para conseguir su objetivo.
Se trata de bandas de jóvenes que han hecho del robo y la delincuencia su modo de vida y que incluso tienen a sus líderes, que se jactan de sus fechorías en las redes sociales. Sin ir más lejos, el pasado mes de abril unos quince jóvenes magrebíes asaltaron a una menor en pleno centro de Manresa, y empezaron a agredirla para quitarle el móvil. Días antes, otra banda de magrebíes propinó una brutal paliza a otro joven con palos y barras de hierro.
Manresa ha dicho basta
En Manresa llueve sobre mojado, ya que el verano pasado una pelea multitudinaria entre adolescentes desató el pánico en el paseo central y a plena luz del día. Aquellos hechos fueron la gota que colmó el vaso de la paciencia de los vecinos, que organizaron una manifestación para decir basta a la violencia. La izquierda acusó a la extrema derecha de agitar el miedo entre los vecinos y convocó una concentración con el lema “basta de racismo en nombre de la seguridad”.
Los comentarios al vídeo muestran el hartazgo de los vecinos de Manresa y los catalanes en general. Afirman que las calles de la ciudad están repletas de estos “tipos violentos” que son “marroquís” y tienen atemorizados a los vecinos. “Esto no tiene ningún tipo de sentido”, se puede leer también, “estamos viviendo una decadencia social que no hay quien la pare, hay que empezar a tomar medidas urgentemente”.
Cada vez son más las voces que piden la deportación inmediata de los inmigrantes que cometen delitos. Este fue uno de los reclamos electorales de Vox, que visitó Manresa durante la campaña electoral y consiguió 500 votos más que en las pasadas elecciones. La capital del Bages es solo un reflejo de lo que está ocurriendo en muchas otras ciudades de Cataluña, especialmente en barrios humildes de grandes urbes como Terrassa, Badalona o L’Hospitalet.
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