Hallan el cadáver de un hombre atado y rodeado de juguetes para adultos
Los Mossos se toparon con una imagen dantesca del fallecido
Misterioso y turbio caso el que ha tenido lugar en la comarca de La Garrotxa, en Cataluña. Y todo después de que los Mossos d'Esquadra dieran con el cadáver de un hombre de 66 años dentro de su casa de Besalú.
El caso es que hace cinco días que no se sabía nada del paradero de este hombre. Y fue su hijo, según el medio El Punt Avui, quién alertó a los Mossos de que su padre había desaparecido. Lo cierto es que este no contestaba a las llamadas de su hijo y finalmente el hombre denunció los hechos.
Una vez que los Mossos llegaron al domicilio del fallecido en la calle de la Tenería, la escena que vieron fue difícil de borrar de su retina.
Hallan muerto a un hombre colgado del techo y rodeado de juguetes sexuales
El hombre en cuestión estaba colgado de una cuerda del techo, sin ropa y rodeado de objetos sexuales de estimulación y autoestimulación.
Los Mossos alertaron a la comitiva judicial nada más ver la escena que tenían delante de ellos y un juez autorizó el levantamiento del cadáver.
Las investigaciones, en unos primeros avances, confirmaron que el hombre había fallecido en solitario. Y no había habido alguna presencia de otra persona, ni una relación criminal en torno a la muerte de este hombre.
Y es que parece ser que el fallecido se habría atado a sí mismo y después rodeado el cuello con una correa. Una acción que le provocó acabar ahogándose de forma definitiva según esas iniciales investigaciones oficiales a las que ha tenido acceso el medio digital Elcaso.cat.
Las prácticas sexuales de autoasfixia pueden provocar la muerte si se ejecutan mal
Hay que reparar en que los juegos sexuales de autoasfixia son realmente delicados y muy peligrosos, pudiendo provocar la muerte, como en este caso. Esta muerte no es la primera ocasión en la que una persona fallece por una ejecución mal realizada de estas prácticas con juguetes para adultos.
Y es que muchos quieren llevar hasta el extremo esas sensaciones al límite de notar que te ahogas. Unas sensaciones que en ocasiones les genera placer. Pero, en este caso, se le fue de las manos a este hombre que residía en la comarca de La Garrotxa.
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