El asesino de Carla la agredió y le robó las tarjetas antes de matarla
El crimen se produjo jueves, 27 de julio
Prisión comunicada y sin fianza. Esto es lo que ha decretado el magistrado del Juzgado de Instrucción 2 de Girona para el exnovio de Carla, la joven asesinada el pasado jueves, 27 de julio, en Girona.
Según ha informado la Agencia Catalana de Noticias, el juez ha decidido que el asesino ingrese en prisión comunicada y sin fianza después de haberle tomado declaración a él y a varias personas del entorno de la víctima. Según informa el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), la causa está abierta por delitos de asesinato, robo con violencia y agresión sexual sin penetración.
La agredió y la asfixió
Las primeras hipótesis realizadas por la policía catalana han desvelado más detalles sobre el terrible suceso producido en el número 11 de la calle Bilbao de la capital gerundense. Los investigadores consideran que el hombre entró en el domicilio de Carla después de que ella lo hubiera dejado.
Una vez dentro del domicilio, el hombre la agredió sexualmente sin llegar a penetrarla, la ató y la asfixió hasta matarla. Y esto no es todo, una vez muerta, le cogió las tarjetas de crédito y la dejó muerta en la vivienda.
Las primeras sospechas sobre que a Carla le había podido pasar algo las detectó un amigo suyo. Hacia las cinco de la tarde, un amigo de la víctima, preocupado porque no le contestaba ni los mensajes ni las llamadas, se acercó hasta su piso para ver si le había pasado algo y se encontró con el cadáver.
Fue en ese preciso momento cuando alertó a los cuerpos de seguridad y emergencias, que ya no pudieron hacer nada para salvar la vida de la joven. Fuentes de la investigación detallaron que la pareja de jóvenes habría mantenido una relación corta y, jueves, por causas que se desconocen, el ex la mató.
Él no habría aceptado que ella lo había dejado
Aunque las causas exactas por las cuales el hombre la habría matado no se conocen, según el medio citado anteriormente, ella lo había dejado poco antes, pero él no lo aceptó.
El crimen provocó una gran conmoción en Girona, donde unas 300 personas se reunieron el viernes para condenar los hechos con un minuto de silencio. Carla era una joven conocida en el pueblo, era la recepcionista de un hotel situado en la avenida de Sant Francesc de la ciudad.
Tal y como informó la Agencia Catalana de Noticias, desde el primer momento, la policía catalana creyó que podría tratarse de un crimen machista. Y, de hecho, no se equivocaron. Sobre las once y media de la noche del pasado viernes, los Mossos detuvieron a la expareja de la joven, el cual confesó ser el asesino.
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