'Estáis forrados': El engaño que desembocó en el asesinato de los Villar Fernández

La pequeña localidad de Chiloeches, en Guadalajara, sigue sin recuperarse de la conmoción que supuso el asesinato de la familia Villar Fernández en su propia casa este fin de semana. Con el paso de las horas, todo ha ido apuntando en la misma dirección: se trataba de un robo que había salido mal.  Tan mal, que había desembocado en el asesinato de Laura, la hija, y de sus padres, Ángel y Elvira.

Lo que queda claro es que los asaltantes conocían bien a la familia. De hecho, no tuvieron que forzar las puertas para acceder al chalet de la familia, ya que siempre dejaban una puerta abierta por la noche. Según explica Caso Abierto, a los ladrones también les constaba que el padre guardaba dinero y relojes muy caros en el domicilio, gracias a la información obtenida de su propia hija.

Una familia 'forrada', según los asaltantes

Poco a poco, todo empezaba a apuntar directamente al entorno de Laura, concretamente a las amistades de una de sus exparejas. Los investigadores acabaron deteniendo a Fernando y David, este último primo del exnovio de la joven asesinada.

Los dos aprovecharon la confianza de la hija de la familia para obtener información que luego usaron para perpetrar el asalto. La tercera detenida, una ciudadana venezolana, sería la pareja de uno de los acusados, y no estaría vinculada directamente a los Villar Fernández.

Según el citado medio, los dos sospechosos quedaron maravillados por el alto nivel de vida de la familia de Chiloeches. De hecho, habían ido soltando comentarios aparentemente inofensivos, como que estaban 'forrados' o que vivían en un 'chaletaco'. Palabras a las que la Laura, muy confiada, no había dado mayor importancia.

Un plan 'perfecto' que salió todo lo mal que podría salir

Según las primeras hipótesis, el plan principal era acceder a la vivienda, llevarse los relojes 'caros' y salir sin dejar rastro. Por desgracia, salió muy mal. Alertada por los ruidos que se escuchaban en la casa, la madre, Elvira, despertó a su marido. 

El hombre, por su parte, decidió enfrentarse directamente a los asaltantes, perdiendo la vida. Las marcas y heridas que presentaba su cuerpo, causadas probablemente por un objeto afilado similar a un machete, son una prueba de la brutalidad de ese enfrentamiento.

El plan les había salido mal y, presos del miedo, los asaltantes acabaron matando a puñaladas también a Laura y a su madre. Para borrar cualquier rastro del suceso, decidieron provocar un incendio para eliminar sus huellas.

Finalmente, decidieron huir con la maleta en la que habían metido los relojes de la familia. Horas después, esa maleta fue hallada en un pequeño hostal de Daganzo de Arriba, en Madrid, donde fue detenido uno de los sospechosos.