Montaje con una chica comiendo turrones y un fondo con turrones de varios tipos
SOCIEDAD

Como nutricionista lo tengo muy claro: ¿El turrón es amigo o enemigo?

Si hay algo típico en Navidad, este es sin lugar a dudas el turrón. Eso sí, no se vale con comprar cualquiera, y en mi casa hay uno lleno de grasas saludables que nunca falta.


En Navidad, prácticamente en todas las mesas de España vamos a encontrar turrones. De hecho, los supermercados llevan ya semanas con sus pasillos plagados de estos dulces tan característicos. Su sabor, aroma y textura lo convierten en algo irresistible para la mayoría.

Lo cierto es que hoy en día encontramos cada vez más variedades de turrón, cada cual más especial. Eso sí, los ingredientes suelen coincidir casi siempre: azúcar, miel, clara de huevo y almendra (en los más tradicionales).

¿Cuál es el turrón que más recomiendo?

Por estos ingredientes, hablamos de un alimento rico en grasa, ya que constituye casi el 50% de su composición. Gracias a la almendra, sin embargo esta grasa es de gran calidad. Por ello, podemos pensar que los mejores turrones son aquellos que contienen más almendras.

Esta grasa del turrón no tiene colesterol, lo cual es una alegría para estas fechas con comidas y cenas tan contundentes. También es rico en proteínas de alto valor biológico gracias al huevo, teniendo 7 de los 9 aminoácidos esenciales para el organismo. Es rico en vitaminas y sales minerales, destacando la A, la E y parte del complejo vitamínico B. 

Su contenido en azúcares también es elevado, ya que cuenta tanto con azúcar como con miel. Por ello, tendrán que tener especial cuidado con este producto las personas con diabetes u obesidad.

Además, no se usan ni conservantes ni colorantes en su elaboración, con lo que tiene un plus de calidad por ser un alimento "natural", característica muy buscada actualmente. 

Denominaciones de origen del turrón

Existen solo dos denominaciones de origen según indica la Asociación Española de Denominaciones de Origen: el de Jijona y el de Alicante. Estos varían principalmente en su contenido en almendras, teniendo en su categoría más alta, la suprema, 64% de almendras el de Jijona y 60% el de Alicante.

En cambio, en su categoría más baja, la popular, contienen solo 30 y 35% de almendras, respectivamente. Como los beneficios del turrón principalmente se deben a su contenido en almendra, vale la pena gastar algo más de dinero y decantarse por categorías más elevadas.

El turrón equivale a un menú completo

Más allá de las grasas buenas y su gran sabor, hay un detalle sobre los turrones que no podemos olvidar: son muy calóricos. Los ingredientes nombrados anteriormente hacen que 100 gramos de Jijona aporten 560 calorías o que 100 gramos de Alicante aporten 540 calorías.

Estas calorías las podríamos conseguir fácilmente con un primer plato de verduras, un segundo plato de pescado y fruta de postre. Puede resultar triste este menú, pero sí es cierto que es bastante más contundente que un simple turrón, ¿no crees?

Por todo ello, hay que saber qué estamos comiendo, siendo conscientes que es un producto muy calórico, pero teniendo en cuenta también que forma parte de la tradición de muchas familias. En defensa al turrón… Ni enemigo, ni amigo.

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