Montaje con una persona metiendo un plumífero en una lavadora y un círculo con una pelota de tenis
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El truco para lavar los plumíferos en la lavadora sin estropearlos

Con un sencillo gesto, tu plumífero saldrá de la lavadora como nuevo

Cuando nos disponemos a lavar nuestra ropa en la lavadora debemos tener mucho cuidado. Por ejemplo, a la hora de limpiar un plumífero, a veces tenemos miedo de que si lo metemos en la lavadora esta perjudique a dicha prenda de ropa.

Pero no hay que asustarse porque hay una forma adecuada de lavar estos plumíferos en la lavadora de casaPodemos hacerlo sin ningún problema gracias a un truco sencillo que vamos a explicarte con detalle.

El primer paso antes de introducir el plumífero dentro del electrodoméstico es estar seguro de haber cerrado todas las cremalleras y filtros de esta prenda. Este gesto tan fácil evitará que tu abrigo se enganche o padezca daños dentro del tambor.

El truco para lavar un plumífero en la lavadora sin dañarlo: pelotas de tenis

La elección del detergente también es otro detalle a destacar en todo este proceso de lavado. Y lo mejor que puedes hacer es elegir uno líquido y suave para que no puedan perjudicar a los plumíferos más delicados.

El tercer paso tiene que ver con el lavado propiamente dicho. Lo cierto es que debes colocar tu abrigo en la lavadora, seleccionar un programa de lavado delicado con agua fría y tener claro que no se puede sobrecargar la lavadora. 

Ahora viene el truco definitivo y es que tienes que ingresar dentro del tambor dos o tres pelotas de tenis limpias. Lo debes hacer para evitar que se apelmacen las plumas y en beneficio del esponjamiento del relleno. Además, este truco también vale para lavar almohadones o nórdicos.

Una vez que está lavado, sácalo con cuidado de la lavadora y hazlo siempre sin retorcerlo. Puedes elegir secarlo a baja temperatura en la secadora o bien al aire. Si lo haces al aire libre, debes sacudirlo cada cierto tiempo para que el relleno siga estando lo más esponjoso posible.

Por último, una vez que veas que tu plumífero está seco, sacúdelo con fuerza. Es necesario realizar ese gesto para que se vayan repartiendo las zonas de relleno y no queden apelmazadas en ningún caso.

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