Mujer haciendo ok delante de una menestra de verduras
SOCIEDAD

Soy nutricionista y vengo a darte 5 ideas para añadir más verduras a tu dieta

Cuando pregunto a mis pacientes qué no les gusta, casi siempre me responden que la verdura se les suele hacer difícil

Como nutricionista, adapto todas mis pautas no tan solo al contexto y objetivos de mis pacientes, sino también a sus preferencias. En ello, pregunto cuáles son sus alimentos preferidos y cuáles no les gustan. En los preferidos casi siempre coinciden: los carbohidratos como arroz o pasta.

Lo curioso es que en los alimentos que más les cuesta de comer coinciden cada vez más: las verduras. Me encuentro con verdaderos amantes de las verduras, pero también con quien realmente las detestan. Y claro, ingerir dos veces al día algo que no te gusta… cuesta bastante.

Entonces, ¿qué hace este tipo de gente? Pues las elimina por completo o como máximo las consume 2 o 3 veces por semana, lo que es verdaderamente poco. Consumiendo verduras tan pocas veces, posiblemente tendremos déficits de vitaminas y/o minerales.

5 trucos de nutricionista para comer más verdura

No digo que tengáis que haceros verduras al vapor sin nada, porque de esta forma os será muy difícil comerlas, pero hay varios trucos para poder comerlas sin casi darte cuenta. Aquí van cinco de ellos.

1. Utiliza los vegetales como base de tus pizzas

Porque la pizza puede ser un plato completamente saludable, por ejemplo, usando verduras para hacer la masa. Puedes probar de hacerla de zanahoria, coliflor o brócoli.

Simplemente tienes que rallar el vegetal que quieras y mezclarlo con huevo y las especias que quieras. Luego lo extiendes en una bandeja para horno y añades los ingredientes que más te gusten.

2. Añade vegetales a tus desayunos

Puedes añadir rúcula o canónigos a tus tostadas o sándwich, ya que le darán un toque fresco, te aportarán más saciedad y tendrás este plus de vitaminas y minerales. Personalmente me encanta como combinan con aguacate, huevo o salmón.

También puedes hacerte una tortilla o unos huevos revueltos con pimientos, champiñones, espinacas, cebolla… Así agregamos nutrientes y sabor a nuestros desayunos.

3. Haz espaguetis o espirales de vegetales

Puede que se te haga un poco raro pensarlo, pero inténtalo. Imagina un plato en que en vez de tener espaguetis normales, tienes espaguetis hechos de calabacín. Vale, queda un poco soso así solo, pero igual que los espaguetis normales.

Ahora a los espaguetis de calabacín, que es tan fácil como ir cortando o rallando el calabacín a tiras, vamos a añadirle una salsa. Por ejemplo salsa pesto. Y para completarlo, un huevo poché por encima. Nada mal, ¿no?

4. Haz purés o cremas de verduras

Tal y como hacemos el típico puré de patata, podemos hacerlo de calabaza, coliflor o brócoli. Es una guarnición perfecta para tus platos, además va a añadirle un toque de color brutal.

Si no, siempre podemos hacer las típicas cremas de verduras, en que podemos juntar varias de ellas sin casi enterarnos.

5. Sé original y prepara ensaladas creativas

Porque se puede salir de la típica lechuga y tomate y hacer ensaladas riquísimas con varios ingredientes. Puedes combinar verduras, frutas, frutos secos y vinagretas para que se te haga más fácil de comer la ensalada.

También puedes añadir proteína como pollo o salmón a la plancha, cereales integrales o queso feta. De esta forma, la ensalada será mucho más rica y completa.

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