La masa de pizza alta en proteínas que más me convence como nutricionista
Comer pizza y mantener una alimentación saludable pueden ir de la mano con esta receta que seguro te va a sorprender
¿A quién no le gusta comer pizza? Es un plato increíble, con muchísima versatilidad, consumido en prácticamente todo el mundo, y amado por personas de todas las edades.
Es más, en los años que llevo en consulta de nutricionista, me he encontrado a muchísimas personas que tienen un día de la semana establecido para cenar pizza, que suele ser los viernes. A partir de ahí, escuchando lo que la gente me cuenta, he adaptado mis pautas nutricionales y soy la primera que el viernes noche hago pizza para cenar.
Qué locura una nutricionista pautando una pizza, ¿no? Pues no, un rotundo no. Hay pizzas y pizzas, no nos engañemos. Es muy diferente una pizza de una cadena alimentaria tipo tele… no sé qué, que una pizza que te puedas hacer en tu casa.
Partiendo de esta base, de bien seguro que una pizza casera será más saludable que una de un restaurante, aunque hay excepciones. Pues bien, para asegurar que nuestra pizza es saludable y rápida de hacer, os traigo un ejemplo que seguro que os sorprenderá.
Pizza con masa de garbanzos: mi favorita como nutricionista
Vale, ya sé que se os hace raro pensar en una legumbre para una masa de una pizza, pero a lo mejor aquí está la gracia.
Mucha gente no tiene problema en consumir varias veces por semana legumbres, ya que les encanta, pero hay mucha otra a quien le cuesta barbaridades comérselas. No hablo solamente de niños, hablo de muchos adultos que, o no les gusta su sabor, o incluso su textura.
Con esta pizza, es una forma sencillísima de añadir legumbre a tu pauta semanal sin casi darte cuenta, además que es muy fácil y rápida de hacer.
¿Cómo preparar la pizza de garbanzos?
Pues es bien sencillo. Simplemente necesitamos un bote de garbanzos cocidos o harina de garbanzo, lo que prefiráis. Posiblemente en casa tendréis más fácilmente el bote de garbanzos cocidos.
Solamente tienes que triturar unos 200 gramos de garbanzos escurridos con 170 gramos de agua hasta que quede una mezcla homogénea.
Con ayuda de una cuchara, extiende la masa sobre un papel de horno previamente engrasado, y dale la forma que prefieras. Hornéalo durante unos 12-15 minutos a 190 grados. Pasado el tiempo, añade tus toppings favoritos y hornea durante unos 10 minutos más.
Os recomiendo que vayáis comprobando cómo está la masa, ya que cada horno es diferente. Pero haciéndolo así, seguro os queda riquísimo y os va a sorprender su sabor.
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