Qué es la pensión no contributiva y cuáles son las condiciones para poder cobrarla

Millones de españoles perciben mensualmente una pensión no contributiva. Este tipo de pagas se dirigen sobre todo a aquellos que se encuentren en situación de invalidez o jubilación y no hayan cotizado lo suficiente para optar a una contributiva. Pero para acceder a ellas habrá que cumplir una serie de condiciones.

Este tipo de ayudas están gestionadas por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso). Además de asegurar unos ingresos mínimos, también se facilita asistencia médica y farmacéutica de forma gratuita.

Para cobrar la pensión no contributiva no se requiere un mínimo de cotización. Tan solo habrá que acreditar una carencia de ingresos o vulnerabilidad económica.

Dentro de las pensiones no contributivas debe distinguirse entre dos modalidades. Por un lado, están las de invalidez y, por otro, las de jubilación. 

En el caso de la primera, optarán a ella las personas de entre 18 y 65 años que presenten un grado de discapacidad igual o superior al 65%. La no contributiva de jubilación, por su parte, es la que ofrecen para los que lleguen a los 65 años y no puedan beneficiarse de una contributiva. Hay que aclarar que no es posible percibir las dos clases de pensiones no contributivas al mismo tiempo.

Exigencias para percibir una pensión no contributiva

En función del tipo de pensión no contributiva exigirán una serie de requisitos concretos. Pero hay una serie de condiciones generales que afectarán a todos los beneficiarios de este tipo de pagas.

Deben justificar, en primer lugar, que no hayan cotizado lo suficiente para cobrar una pensión contributiva. También deberán acreditar que carecen de recursos e ingresos. El límite de ingresos queda fijado en los 7.250,60 euros anuales para una persona.

Estos topes variarán en función del número de personas que integren la unidad familiar, recoge el Imserso. Para ello se tendrán en cuenta los parientes de hasta segundo grado.

Pero también existen una serie de condiciones concretas en función del tipo de pensión no contributiva:

• De invalidez: contar con entre 18 y 65 años, haber residido en España 5 años, y 2 de esos años deben ser previos a la solicitud. Además, el grado de discapacidad debe ser igual o superior al 65%.
• De jubilación: se necesita alcanzar los 65 años y acreditar que se ha vivido en España al menos 10 años. Dos de esos años deben ser previos a la fecha de solicitud de la paga.

El importe anual de las pensiones no contributivas de la Seguridad Social de invalidez y jubilación queda fijado en 7.250,60 euros en 2024. Se distribuirán en 14 pagas de 517,90 euros cada una de ellas.