El nutricionista Pablo Ojeda comparte el truco para comer fuera de casa sin engordar

Cuando estamos a dieta, sea por la razón que sea, comer fuera de casa es algo que no siempre nos gusta. Tenemos la opinión de que no vamos a poder controlar de igual manera lo que comemos. Por lo tanto, supone que ese día no vamos a seguir con nuestra vida saludable.

Pero que podamos pensar esto no implica que sea del todo cierto. Que sigamos o no la dieta comiendo fuera de casa depende única y exclusivamente de nosotros. Al final, lo que vamos a comer es decisión nuestra, y por lo tanto, nos hace responsables de ello.

Recientemente, el nutricionista Pablo Ojeda ha hablado sobre esto explicando su punto de vista en el programa de radio Las mañanas Kiss. En su opinión, comer fuera de casa no tiene nada de malo, al contrario, tiene cosas positivas. Por eso mismo, nos explica por qué ir a un restaurante tiene sus cosas positivas.

4 beneficios de comer fuera de casa, según Pablo Ojeda

Pablo Ojeda ha afirmado en este programa que comer fuera de casa es una "oportunidad". Además ha enumerado los beneficios de los que nos podemos aprovechar si comemos en un restaurante. Tenlos en cuenta para echar abajo el mito erróneo de que no comer en casa te perjudica a la hora de adelgazar.

1. Más opciones saludables

Muchos restaurantes, teniendo en cuenta que la vida se está volviendo cada vez más saludable están concienciados al respecto. Por un lado, hay muchos restaurantes especializados en este tipo de comida. Pero también los hay que han empezado a incluir este tipo de platos.

De esta manera, cuando vayamos a comer fuera de casa, podremos escoger aquellos que más nos convengan. No nos sentiremos en la obligación de coger una opción que no sea saludable porque no está disponible. Eso sí, depende de nosotros optar por uno de estos platos o pecar.

2. Personalizar el menú

Hoy en día, los restaurantes están preparados para que se pueda hacer alguna alteración en sus menús. Las intolerancias, por ejemplo, obligan en muchos casos a hacerlo para bienestar del cliente. Pero también es posible que algunos modifiquen la comida para hacerla más saludable.

Está claro que no en todas partes nos lo van a respetar. Tendremos que ir a aquellos lugares en los que si, por ejemplo, queremos cambiar una guarnición de patatas fritas por ensalada, nos lo permitan. Todo es cuestión de preguntar previamente.

3. Más alimentos disponibles

En casa no podemos tener todos los alimentos que nos vienen bien para la dieta. Solo se podría hacer si hacemos la compra día a día para impedir que algunos de ellos se echen a perder. Pero con el ritmo de vida que llegamos, no suele ser lo más común.

Por eso mismo, en los restaurantes podremos elegir alimentos que en casa no solemos comer. Es una forma de hacer más variada nuestra alimentación sin salirnos de nuestros hábitos saludables. Por eso mismo, aprovecha cada vez que salgas fuera de casa para comer cosas que habitualmente no comes.

4. Mayor control de las cantidades

Cuando pedimos un plato en un restaurante, ellos mismos tienen fijada la cantidad que te echan en el plato. Es algo que viene preestablecido y raro es que haya variaciones. Esto en casa, sin embargo, es muy subjetivo dependiendo de muchas cosas.

Por ejemplo, a no ser que estemos pesando y midiendo todo al milímetro, las cantidades pueden variar. Incluso, puede que comiendo lo recomendado, estemos tentados a repetir porque lo tenemos disponible. En casa tenemos un menor control sobre la cantidad de comida que ingerimos.