La OCU sorprende a muchos: la forma más barata de calentar la casa no son las estufas

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) acaba de dar recientemente unas cuantas claves para calentar la casa. Estamos inmersos en un periodo de mucho frío en la mayor parte del país y los hogares tienen que ingeniárselas para combatir las bajas temperaturas. Un estudio de esta entidad nos revela que las tradicionales estufas no son precisamente la solución más económica.

De media, cada vivienda suele gastarse al año unos 640 euros en calefacción. Se trata de una cifra orientativa, que dependerá de unos cuantos factores, como el lugar de residencia o los sistemas que se empleen para calentar.

La OCU ha hecho un análisis de lo que cuesta al año calentar una casa de 90 metros cuadrados en una región fría. Puede ser el caso de Albacete o Madrid, que se encuentran incluidas en la zona climática D. El resultado desveló que la calefacción con biomasa y la aerotermia son las propuestas más competitivas desde el punto económico.

El uso de la primera opción implicará un desembolso de 241 euros al año, mientras que la aerotermia elevará el gasto a 306 euros. En esta clasificación le sigue en tercer puesto la caldera de condensación de gas natural, con 308 euros.

A partir de ahí, el resto de alternativas ya se disparan claramente por encima de los 500 euros. Hasta el punto de situarse los tradicionales radiadores eléctricos como la opción menos interesante. Supone un coste de 1.174 euros al año.

Aclaran que las distintas tecnologías presentan una serie de limitaciones. Y es que no todos los inmuebles pueden tener acceso a la red de gas o carecen del suficiente espacio para guardar los pellets.

Las propuestas de la OCU para este invierno

La OCU presenta una serie de soluciones para plantarle cara al frío sin arruinarse. Una de ellas es la utilización de estufas y una caldera de biomasa. Explican que aprovechan "los residuos orgánicos de las podas o los huesos de aceitunas, por lo que son una opción sostenible".

Este tipo de estufas distribuyen aire caliente, al tiempo que las calderas calientan un circuito de agua que distribuye el calor. Ya sea a través de radiadores o suelo radiante.

Otra alternativa son las bombas de calor, que tienen la capacidad de intercambiar energía con el exterior "para calentar o refrigerar la vivienda". Las encontramos de diferentes tipos, como el aire acondicionado o la aerotermia. Resultan especialmente eficientes.

Para viviendas en zonas frías proponen también las calderas de condensación. Destacan su eficacia y comodidad, con la mitad de coste que los radiadores eléctricos convencionales.

Los radiadores eléctricos disparan el gasto

Los radiadores electrónicos funcionan consumiendo electricidad que utilizan para calentar unas resistencias. Se recomiendan sobre todo para segundas residencias, donde se usarían de forma esporádica.

Requieren de una inversión inicial baja y su instalación resulta muy simple. Sin embargo son menos eficientes que otros sistemas y gastan 1.174 euros al año, según la OCU.

Así pues, piensa bien que tipo de calefacción te conviene más en casa. Toda inversión inicial que se realice en este sentido se acabará amortizando en cuestión de muy poco tiempo, y lo notarás en tu factura de la luz o del gas.