¿Qué es el SIBO y cómo debemos tratarlo?: Te doy todas las claves como nutricionista
Cada vez son más prevalentes las dolencias digestivas entre la población, incluso podemos ver casos hasta en redes sociales
Hoy en día, las patologías digestivas son cada vez más frecuentes. Yo misma me encuentro en consulta cada vez más casos de gente con síntomas digestivos sin saber qué es lo que realmente tienen.
Por ejemplo, según el hospital Vall d'Hebron de Barcelona, la prevalencia en España del síndrome del intestino irritable es del 7,8%. Juntamente con esta enfermedad, también se está oyendo cada vez más el SIBO.
Incluso en redes sociales puedes encontrar a influencers que explican su propio caso, pero no todo lo que parece es SIBO. Hay otras enfermedades que presentan sintomatologías muy parecidas.
¿Qué es el SIBO?
El sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado o SIBO, por sus siglas en inglés, es la presencia anormal de bacterias en el intestino delgado. Es igual de importante la cantidad de estas bacterias como la calidad, ya que estas suelen encontrarse de forma natural en el colon, por lo que puede ser especialmente malo.
Cuando se ingieren carbohidratos, estas bacterias lo que hacen es fermentar los azúcares en el propio intestino delgado, generando una cantidad muy alta de gases, los cuales producen la sintomatología. Pero, como os he dicho, hay muchas otras enfermedades con sintomatología muy parecida.
Hay que saber que en el intestino viven de forma normal bacterias y otros microorganismos, lo cual se denomina microbiota. Esta microbiota está en equilibrio y, cuando se rompe, se da una alteración de esta microbiota intestinal.
¿Cuáles son los principales síntomas del SIBO?
Esto variará en función del tipo de SIBO que se presenta, ya que dependiendo del tipo de bacteria que encontremos, producirá un gas u otro. De forma general, los síntomas más habituales pueden ser:
- Distensión abdominal: consiste en un aumento del perímetro abdominal.
- Hinchazón abdominal: que se acompaña por la sensación de pesadez.
- Digestiones pesadas.
- Aumento de gases.
- Diarrea y estreñimiento.
- Acidez.
¿Cómo se diagnostica el SIBO?
Para poder diagnosticarlo de forma concreta, se debería de hacer una gastroscopia, pero para evitar este método invasivo podemos encontrar otras formas indirectas de diagnosticarlo.
El método más usado es el que mide la cantidad de hidrógeno y metano a través de la exhalación de aliento. Se realiza comparando la composición del aliento en ayunas y 120 minutos después de haber ingerido carbohidratos.
¿Cómo se puede tratar el SIBO?
Mayoritariamente, se deben de hacer modificaciones en la dieta por un tiempo para evitar mayores desequilibrios. Es más, hay muchas veces que si se acude a una consulta de nutrición y se realiza una dieta adecuada, no hará falta ir al médico digestivo.
Si realizando este cambio en los hábitos de vida y en la dieta no mejoran los síntomas, entonces sí será recomendable acudir al médico digestivo. Allí pueden recetarse antibióticos que pararán este sobrecrecimiento bacteriano.
Si estos antibióticos y cambio de vida resulta efectivo para el paciente, podremos curar por completo el SIBO, que es lo que suele ocurrir. Ahora bien, si cursa con más sintomatología o con otras enfermedades, puede ser que sea más complicado de tratar.
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