Jarro de agua fría del BBVA sobre lo que pasará en España más pronto que tarde
BBVA anuncia que los cambios en materia fiscal se empezarán a notar en la economía nacional a partir de 2025
BBVA prevé un pequeño bache para la economía española en cuestión de unos meses. Será un serio contratiempo después de los buenos datos que se esperan para este ejercicio. De alguna manera, esto volverá a poner a nuestro país en una situación comprometida.
Hace unos meses se anunciaba un estancamiento de la economía nacional para esta primera parte de 2024. Esto daría lugar a una desaceleración del crecimiento. Sin embargo, la incidencia no ha sido tan pronunciada como se esperaba.
El BBVA comunicaba recientemente una fuerte revisión al alza del crecimiento previsto en la economía española. En gran parte motivado por la caída del precio de la energía. A finales de 2023 elevaban la mejora hasta el 1,5%, pero finalmente será del 2,1%.
Según los estudios efectuados por la entidad, cuatro de esas seis décimas obedecen al desplome de los precios energéticos. Esto permitirá conceder un respiro a los hogares, que no tendrán que destinar tantos recursos a esta partida. Además, dispondrán de más margen para el consumo.
Los análisis del banco también contemplan un cierto estancamiento de la inversión privada. No acaba de cerrarse la brecha que nos separa de la media europea.
Los datos del BBVA y la información facilitada por el INE respecto al alza del último trimestre de 2023 han sorprendido para bien. Los analistas deben revisar ahora al alza las tibias previsiones de crecimiento anunciadas el año pasado.
El BBVA anuncia un empeoramiento en 2025
El BBVA prevé que la situación sufra un cierto empeoramiento a partir de 2025. Será cuando la economía nacional comience a acusar en realidad los cambios que se lleven a cabo en materia fiscal. Recuerdan que España se someterá a la reinstauración de las nuevas reglas fiscales, pero también hay la obligación de reducir el déficit por debajo del 3%.
Explican que el retraso de ese ajuste para 2025 restará unas cuantas décimas el crecimiento respecto a lo pensado inicialmente. Las expectativas pasaban por crecer un 2,5%, aunque finalmente se reducirá hasta el 2%. Todo ello en un contexto de debilidad general en la zona euro, recoge ABC.
Desde el BBVA recuerdan que los países con déficits por encima del 3% del PIB y niveles de deuda pública superior al 90% deberán adoptar medidas. Se les exigirá que incorporen medidas estructurales de consolidación entre 0,4 y 0,6 puntos del PIB por ejercicio. Las diferencias con los objetivos planteados harán que este esfuerzo tenga que hacerse durante al menos 5 años.
Hay otros aspectos que pueden pasarle factura a la economía nacional. Entre ellos está el incremento de los costes laborales, que podría tener consecuencias tanto en la disminución del paro como en la creación de puestos.
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