Montaje de una mujer cocinando y un salero en la parte derecha
SOCIEDAD

¿Es importante reducir el consumo de sal? Te lo aclaro como nutricionista

La sal es un producto casi esencial en nuestra cocina para realzar el sabor, pero tenemos un consumo demasiado alto

Con motivo del Día Mundial de la Hipertensión que fue el 17 de mayo, creo que es importante hacer un repaso sobre el consumo de sal. De siempre posiblemente hayamos oído que no debemos excedernos en su consumo, y siento deciros que esta afirmación es cierta. 

Podemos consumir sal, no digo que la tengamos que eliminar por completo, pero sí es cierto que debemos de limitarla muchísimo más. 

Concretamente, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ingesta de sal debería de ser menos de 5 gramos al día, es decir, una cucharadita de postre. Pararos a pensar la sal que consumís al día… posiblemente os paséis esta recomendación. 

Consumir un exceso de sal puede conllevar varias patologías 

Es importante, independientemente de la edad que tengamos, que controlemos nuestra ingesta de sal. Si pasamos las recomendaciones hechas por la OMS, puede conllevarnos a: 

  • Hipertensión arterial. Es la enfermedad más típica que puede dar el exceso de sal. La Revista Española de Cardiología publicó este año que en España se dan 46.000 muertes al año por esta patología.
  • Enfermedades cardiovasculares. La hipertensión puede dar lugar a enfermedades del corazón.
  • Problemas renales, como insuficiencia renal y cálculos renales.
  • Retención de líquidos.
  • Osteoporosis.

¿Cómo puedo reducir la sal de mi dieta? 

El primer consejo que os daría como nutricionista, es reducir ya la sal de niños, ya que de esta forma no nos acostumbraremos al sabor salado. Pero si ya vamos tarde para hacer esto, tranquilos, que podemos reeducar a nuestro paladar y reducir la sal. Para ello, os brindo varios consejos: 

  1. Evita alimentos procesados y preparados: patatas chips, conservas, embutidos, snacks…
  2. Lee las etiquetas, ya que así podrás distinguir si lleva sal.
  3. Cocina en casa controlando la sal que usas.
  4. Sustituye la sal por especias, hierbas aromáticas, zumo de limón…
  5. Elige las versiones libres de sal, como frutos secos sin sal, tortitas de maíz…
  6. Si tienes hipertensión, opta por conservas bajas en sal.
  7. Reduce gradualmente la sal si estás muy acostumbrada a ella, si no encontrarás los alimentos sosos y no dejaras que tu paladar se adapte al cambio. 
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