Montaje con una mano controlando la rueda de un radiador de pared y una cartera con varios billetes de euro
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La forma de encender el radiador para calentar la casa sin gastar mucha luz

Es posible calentar tu vivienda sin notarlo apenas en la factura de la luz

Ya estamos en pleno otoño y las borrascas empiezan a llegar con el consiguiente frío que les acompaña. Un tiempo adverso que hace que tengamos que poner la calefacción tras muchos meses sin hacerlo y para muchos es un problema.

A veces es notable el quebradero de cabeza que tenemos al pensar en poner la calefacción porque nos puede salir por un ojo de la cara. Solo de pensar que hay que mantenerla encendida durante todo el día en nuestro hogar nos hace entrar en pánico.

Pero hay una forma de encender los radiadores sin que te preocupes por la factura que te va a llegar a final de mes. Primero, no olvides purgar todos los radiadores de la casa para que estén a punto.

Vienen largos meses de frío, donde tenemos que poner la calefacción y nuestros radiadores, conectados a la caldera, calientan nuestra casa, pero no al coste que pensamos.

La mejor forma de calentar nuestra casa sin dejarnos 'un ojo de la cara'

Solemos creer que tenemos que poner el radiador en las horas más frías para que se caliente la casa y después apagarlo. Pensamos que activándolo unas horas únicamente el consumo será menor, pero nada más lejos de la realidad.

La forma de ahorrar dinero es dejar los radiadores encendidos de forma continua en invierno a baja temperatura. Si se diese el caso, en aquellos días que sean más fríos podemos subir la temperatura uno o dos grados, pero no más porque nos saldrá muy caro.

Si realizamos este gesto, la caldera va a trabajar con un esfuerzo mínimo, y hará que en nuestro hogar siempre tengamos una temperatura suave, ahorrándonos una buena cantidad de dinero. Con todo, las paredes de nuestra casa siempre estarán calientes y no tendremos el peligro de esos picos tan dolorosos para nuestro bolsillo.

Recuerda que el uso intermitente de la caldera provoca un excesivo consumo de energía y un coste alto en nuestra factura. Además, no debemos olvidar que ese encendido intermitente puede provocar que la caldera se dañe por la oscilación de la temperatura.

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