La fecha real en la que la jornada laboral se reducirá a 37,5 horas: todavía queda

La jornada laboral de 37,5 horas que habían pactado en su acuerdo de gobierno PSOE y Sumar todavía tardará un tiempo en aplicarse. No será en 2024 cuando se materialice esta medida, como muchos preveían.

Será necesario un "tránsito ordenado", asegura el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, que descarta su implantación inmediata. Considera necesario que haya también "espacio" para el diálogo social.

En el Ejecutivo tienen claro que se trata de una decisión de gran relevancia. "Es uno de los aspectos capitales del acuerdo de gobierno entre las fuerzas políticas que lo sustentan", explican. La intención es que esa disminución de la jornada se haga de manera paulatina "en dos años", hasta llegar a las 37 horas y media.

Habrá que esperar hasta 2025

Esto implicará, en primer lugar, que la jornada laboral máxima se fije en las 38,5 horas semanales en 2024. Sería al año siguiente, en 2025, cuando se lograsen las 37,5 horas prometidas. En ningún caso, la disminución horaria afectaría a los sueldos.

Con estas palabras, Pérez Rey descartaba que se materializara de forma "inmediata" esta rebaja de la jornada de trabajo en 2024. Incide en que es preciso conceder "espacio al diálogo social", al tiempo que apuesta por realizar "un tránsito ordenado a esa reducción de jornada".

Para ello toman como referencia los dos próximos ejercicios. El propósito es mantener acuerdos tanto con patronal como con sindicatos para hacer efectiva dicha medida. También plantean una evaluación de los resultados para seguir avanzando en los derechos de los trabajadores.

No se descarta que más a largo plazo se continúen dando pasos hacia adelante en este sentido. La posibilidad de ampliar esa disminución del horario laboral siempre está presente. Para ello habría que valorar "las características de los distintos sectores de actividad, la evolución de la productividad y las circunstancias económicas".

Una medida controvertida que no agrada a todos

La postura del Gobierno de reducir la jornada laboral a 37,5 horas generó todo tipo de opiniones. Los trabajadores se muestran partidarios de esta decisión, ya que otorga más comodidades a la hora de conciliar. Entienden que no siempre la productividad se verá perjudicada por la disminución horaria.

Más controversia despertó la medida entre los empresarios. Muchos de ellos consideran que los costes laborales se elevarán y no todas tendrán la posibilidad de ajustarse a esas exigencias.

En nuestro país hay más de 8,4 millones de empleados acogidos a convenios colectivos que superan las 37,5 horas. Pero gracias a este acuerdo podrán ver mejoradas sus condiciones. En cualquier caso, el número de beneficiarios será bastante superior.

Pese a que por ley el tiempo máximo de trabajo a la semana queda estipulado en las 40 horas, muy pocos lo cumplen. Casi 10 millones de asalariados, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre, confirman que las superan.