El espectacular menú que degustaron los invitados a la boda de Felipe y Letizia
Hace 22 años que Felipe y Letizia se casaron con una posterior celebración que incluyó un sabroso menú
Felipe y Letizia se dieron el "sí quiero" el 22 de mayo de 2004 en la Catedral de la Almudena. Allí estuvieron presentes los más de 1.000 invitados que acudieron a este enlace. Posteriormente, se desplazaron hasta el Palacio Real donde pudieron disfrutar de un gran banquete.
La reina Sofía tuvo un papel muy importante en la elección de todo lo que se pudo degustar aquel día. Para ello, escogió que lo sirviera el restaurante Jockey, uno de sus favoritos. Actualmente, este establecimiento ya no existe y en su lugar está el restaurante Saddle en plena milla de oro de Madrid.
En el menú estuvieron representadas todas las zonas de España, además de tener un guiño especial a la tierra de la novia, Asturias. Aun así, iremos por partes para que tengas todos los detalles de aquel día. Un menú espectacular para un evento de gran relevancia.
Unos entrantes con diversidad nacional
Para los entrantes en el banquete de la boda de Felipe y Letizia no podía faltar el jamón. Por eso se escogió un jamón de jabugo para disfrute de todos los invitados. Pero no se quedó solo ahí, sino que fue un recorrido por todos los rincones de España.
Queso manchego, vieiras o croquetas fueron algunos de los platos elegidos. El objetivo era que las 17 comunidades autónomas de España estuvieran representadas en este aperitivo. Para acompañarlo, se prepararon distintos panes a base de trigo blanco e integral especiales para este día.
La comida tuvo dos platos principales
Una vez ya sentados en la mesa, los invitados pudieron disfrutar de dos platos que pudieron leer en la cartulina que había sobre la mesa. Esta era blanca y tenía en dorado las iniciales de Felipe y Letizia coronadas con la corona principesca. Además, estaba tanto en español como en inglés dada la magnitud internacional de los invitados.
En primer lugar, disfrutaron de una tartaleta hojaldrada de frutos del mar sobre un fondo de verduras. Esta daría paso al protagonista de este menú que no fue otro que un capón asado al tomillo con frutos secos. Esta es una de las especialidades del restaurante encargado del menú, pero no fue solo eso lo que motivó su elección.
Al banquete acudieron personalidades de diferentes religiones, por lo que la reina Sofía optó por un plato que no tuviera restricciones alimenticias. De todos modos, los comensales también tenían otras opciones en caso de que así lo solicitaran. Hasta siete alternativas se les daba en caso de que solicitaran el cambio de plato.
El postre que puso la guinda al menú
Nada mejor que un buen dulce para poder terminar una comida, en este caso fue obra del pastelero alicantino Francisco Torreblanca. Este realizó una enorme tarta de pisos que medía dos metros. Eran 150 kilos de dulce los que se repartieron entre todos los invitados al banquete de Felipe y Letizia.
Pero no fue solo eso, sino que como se supo, también se repartieron hasta 2.000 pasteles entre todos los presentes. El postre es importante, y en este caso no se tiró por lo bajo. Hubo dulce para todo el mundo.
Así brindaron los invitados de Felipe y Letizia
La elección del vino también es muy importante a la hora de degustar un menú. Eso sí, como suele ocurrir con la Casa Real únicamente dieron a conocer las denominaciones de origen: Rías Baixas y Rioja. Aun así, finalmente se llegaron a saber los vinos que se habían servido.
Por un lado, el blanco fue el Terras Gaudas. En cuanto al tinto, escogieron el Imperial Gran Reserva 1994 y el Matarromera. En lo que respecta al postre, la elección fue el vino moscatel Casta Diva, perfecto para combinar con su toque dulce.
También se dice que los orígenes asturianos de la novia estuvieron presentes gracias a la bebida. Y nada más representativo de Asturias que la sidra. Según se dice, los invitados pudieron degustar tres opciones diferentes.
Más noticias: