El desconocido negocio de los fundadores de Casa Tarradellas, antes de vender pizzas
Casa Tarradellas, la marca fundada por Josep Tarradellas y Anna Falgueras, fundaron un restaurante y un obrador antes de vender pizzas
Mucho antes de convertirse en los titanes de la industria de las pizzas, Josep Tarradellas y Anna Falgueras, los fundadores de Casa Tarradellas, exploraron terrenos empresariales menos conocidos.
Inicialmente, este matrimonio emprendedor incursionó en la restauración y la artesanía gastronómica. Sus primeros pasos en el mundo empresarial fueron en un restaurante modesto y en un obrador, donde cada plato y producto llevaba la imprenta de lo que sería un futuro éxito.
Casa Tarradellas es, sin duda, la empresa estrella de elaboración de pizzas precocinadas. En 2022 asumieron un récord de vendas, moviendo más de 1.161 millones de euros y cuentan con más de 2.000 trabajadores. Pero, lo que ahora es un gran éxito, en 1976 era simplemente un pequeño restaurante de Osona.
Los fundadores de Casa Tarradellas provienen de una familia de payeses
En un hostal de Osona, trabajaba un matrimonio que provenía de una familia de agricultores. Queriendo ir a más, pronto decidieron cambiar la azada por los cubiertos hasta convertirse en una de las parejas más ricas de Barcelona, según el ranking de Forbes.
El matrimonio abrió el restaurante en 1976 y, poco tiempo después, también empezaban a elaborar productos cárnicos y embutidos en un obrador que fue alcanzando mucho éxito en la zona.
Lo que hizo que los productos de este matrimonio se diferenciaran del resto fue la reducción de la cartera de los mismos. Con esta estrategia, Tarradellas centraba sus esfuerzos y su inversión en transformar el obrador en un centro de elaboración altamente cualificado. Era en ese momento en el que el negocio se extendía hasta convertirse en el titán que conocemos hoy en día.
El producto que convirtió a Casa Tarradellas en un negocio millonario fue el espetec
Diez años después de haber inaugurado esta nueva fábrica, Casa Tarradellas ya facturaba 10 millones de euros. A partir de entonces, cada año iban facturando más que el anterior. Fue en 1996 cuando sus ingresos alcanzaron los 76 millones de euros al crear el que sería su producto estrella: el espetec.
Su segundo triunfo llegaría un año después con la creación de las pizzas frescas, pues hasta entonces todas eran congeladas. De esta manera, este gran negocio que comenzó como un pequeño restaurante familiar en la carretera de Osona, ha acabado siendo ejemplo de cómo llegar a ser una gran empresa.
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