¿Comer rápido engorda? La respuesta que doy siempre como nutricionista
A menudo se ha escuchado la afirmación de que comer rápido engorda, que es mejor comer lentamente… ¿Pero realmente la velocidad influye en el peso?
Una afirmación que se ha popularizado mucho en los últimos años es que comer rápido engorda. Esta hipótesis surge de la idea de que, al comer rápido, las señales de saciedad llegan más tarde a nuestro cerebro, haciendo que comamos de más.
Pero, ¿de dónde sale esta suposición y cuánta verdad hay en ella? Como nutricionista, vengo a darte la respuesta que necesitabas acerca de este mito.
¿Por qué se cree que comer rápido engorda?
Generalmente, asociamos la idea de que comer rápido influye en el peso. Pues bien, para saber en qué momento surgió esta idea, debemos de tirar bastantes años hacia atrás, concretamente hasta 1961. Fue en ese año que nació la idea de un “estilo de alimentación obeso”.
Este estilo de vida incluía una ingesta rápida de alimentos con bocados grandes y frecuentes. También afirmaba que las personas con obesidad comen más rápido que las personas delgadas.
Con ello pues, se empezaron a hacer recomendaciones tales como disminuir la velocidad, realizar bocados más pequeños y, en definitiva, que la comida durara más.
Los nuevos estudios han sugerido otras ideas
Desde hace décadas que se están haciendo nuevos estudios para determinar si la velocidad de la comida influye en el peso, con la idea de corroborar la afirmación hecha en 1961. Para sorpresa de los investigadores, los resultados fueron contradictorios.
Además, se vio que anteriormente no se habían hechos estudios con rigurosidad científica, que más que nada se había observado la forma de comer de sujetos obesos en restaurantes. Por lo tanto, debemos de desmentir la idea de que existe un “estilo de alimentación obeso”.
¿Es mejor comer rápido o comer lento?
Habiendo desmentido esta idea, surgieron nuevos estudios, hasta llegar a uno publicado en 1994 que afirmaba que las personas obesas comen más despacio que las personas delgadas.
En este estudio se confirmaba que al comer más lento, la distensión que se da por la comida es menor. Esta distensión modula la saciedad a través de hormonas como la grelina. Por lo que se acaba comiendo menos.
En conclusión, no podemos decir que comer más rápido o más lento va a influir en tu peso, ya que se necesitan más estudios. Ahora bien, comer más lento hará que tengamos mejores digestiones que si comemos rápido.
Debemos de tener conciencia plena cuando estamos comiendo, saborear cada mordisco, sentir lo que estamos ingiriendo… Comer debe de ser un placer, no algo que debo de hacer a lo largo del día.
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