Un cliente estalla por un producto de Ametller Origen: ‘Yo no me fiaría’

Ametller Origen ha vuelto a ponerse en el punto de mira. Esta vez por la incongruencia entre el embalaje de uno de sus productos y lo que realmente hay en el interior. Se trata de una caja de caballa en aceite de oliva que han resultado ser sardinas picantes.

En un tuit que ha publicado @GenguisCat se puede ver una foto en la que se lee en el paquete que lo que se ha comprado es caballa. Pero la sorpresa llega cuando se abre y aparecen unas sardinas con guindilla. Ante la sorpresa, el cliente de Ametller Origen no ha dudado en denunciar los hechos.

Ametller Origen y la procedencia de sus productos

Por si esto fuera poco, el cliente ha descubierto que la procedencia del pescado en conserva es de Marruecos. "Después de saber la gran cantidad de pesticidas y contaminantes que traen los productos de Marruecos, yo no me fiaría de este proveedor", advierte el cliente de Ametller Origen.

Así que a Ametller Origen se le acumula la faena. No solo para dar explicaciones de por qué ha habido un fallo entre el embalaje y el producto final, sino sobre la procedencia del mismo.

En este sentido, cabe recordar que Ametller Origen se ha caracterizado por anunciar productos de proximidad, hecho que ahora se pone en jaque.

Ametller Origen todavía no ha dado explicaciones

Normalmente, desde Ametller Origen también se suelen dar explicaciones o disculpas en forma de mensaje en las redes sociales. No obstante, en este caso todavía no se ha registrado ninguna disculpa pública. Con respecto a los productos de Marruecos, la polémica saltó hace unos días a raíz de la detección de hepatitis A en unas fresas.

La hepatitis A es una inflamación del hígado a causa del virus de la hepatitis A (VHA), indica la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por lo general se propaga cuando una persona no infectada consume agua o alimentos contaminados por heces de una persona infectada.

Supermercados como Mercadona se han encargado de aclarar que sus fresas no vienen de Marruecos. Por tanto, el riesgo en este caso es inexistente.