Montaje de una chica comiendo con los ojos cerrados y una redonda con avena
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Soy nutricionista y te explico cuál es la forma más fácil de comer avena

Hay mucha gente que consume avena a diario, sobre todo para desayunar, y entre ellos están los fans de la avena nocturna

La avena es un alimento buenísimo. Y yo, como nutricionista, nunca me cansaré de recomendarlo a todo aquel que le pueda interesar, pues contiene múltiples beneficios para el organismo.

Es un cereal muy completo que, además de aportarnos gran cantidad de carbohidratos, no está nada mal en cuanto a proteínas. No tiene muchas grasas, pero sí podemos destacar su contenido en Omega 6. 

También nos aporta fibra soluble (betaglucanos), vitaminas del grupo B y gran cantidad de minerales. Además, gracias a esta fibra soluble y los betaglucanos, consumir avena puede ayudar a reducir nuestro colesterol y nos aporta gran saciedad. 

Como veis, es muy recomendable añadir la avena a tu dieta. Pero, en esta ocasión, vamos a ir más allá y voy a daros una alternativa diferente: la avena nocturna o overnight oats (en inglés).

Así puedes preparar la avena nocturna para incluirla a tu dieta

La avena nocturna recibe este nombre, ya que su mayor preparación tiene lugar el día anterior a consumirla, y se deja toda la noche en la nevera. Es una variante tradicional a la clásica avena que se hace cocida y mezclada con líquido y otros ingredientes.

Pero de igual forma, puedes añadir los ingredientes que más te gusten y que mejor combinación te parezca que hacen. De todas formas, aquí va mi propuesta para preparar la avena nocturna. 

Ingredientes para preparar la avena nocturna 

  • ½ taza copos de avena 
  • ½ taza de leche o bebida vegetal 
  • ½ taza de yogur natural o griego 
  • 1 cucharadita de semillas de chía 
  • Fruta (para mi gusto, plátanos y fresas) fresca o natural 
  • Frutos secos 
  • 1 pizca de canela 

Pasos a seguir para elaborar avena nocturna

  1. En un tarro o vaso de cristal, pon la leche o bebida vegetal, el yogur, los copos de avena y las semillas de chía. Remuévelo todo bien hasta que quede una mezcla homogénea.
  2. Tapa bien tu tarro de cristal y ponlo en la nevera durante toda la noche.
  3. Por la mañana, sácalo de la nevera y comprueba su consistencia. Si lo ves demasiado espeso, siempre estás a tiempo de añadir más leche o bebida vegetal.
  4. Añade en este punto la fruta, los frutos secos y la pizca de canela.
  5. ¡Disfruta de este nutritivo y rico desayuno!
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