Una mujer sosteniendo una bolsa de patatas en la mano y unas patatas chips

SOCIEDAD

Soy nutricionista y tengo una buena razón para evitar los productos light casi siempre

Light y saludable no es lo mismo. Como nutricionista me encuentro muchísima gente que está convencida de comer bien solo por escoger este tipo de productos, aunque la realidad es diferente

Muchas veces nos hacen la trampa con el etiquetado de alimentos. Solemos asociar la palabra light con alimentos más saludables, pero la realidad es bastante diferente. Para evitar confusiones, es fundamental saber leer las etiquetas de los alimentos para no caer en este tipo de confusiones.

¿Qué es realmente un alimento light?

Un alimento light, según la legislación, es aquel al que le han reducido las calorías un 30% o el contenido de uno o más nutrientes, respecto al producto “no light”. Por ejemplo, unas patatas fritas light llevarán los mismos ingredientes, pero con un 30% menos de grasa, es decir de aceite.

Entonces, ¿puedo comer patatas fritas light porque son más sanas? Puedes comerlas, pero no pensando que son más sanas, ya que sus ingredientes siguen siendo malos.

Su contenido calórico será inferior, ya que tienen un 30% menos de aceite, pero para compensarlo le añadirán aditivos y potenciadores de sabor, los cuales son perjudiciales para la salud.

Lo mismo pasa con las salsas, como la mayonesa o el kétchup. Ya partimos de la base de que son productos ultraprocesados, con ingredientes de mala calidad y con poco interés nutricional.

Podemos usarlos ocasionalmente, claro que sí, pero no tiene sentido comprar la versión light (que además normalmente es más cara) pensando que así estaremos comiendo más saludable.

¿Qué alternativas de aperitivos sanos tengo?

Como siempre digo, en esta vida hay que comer de todo, en su justa medida. No te estoy diciendo que, ocasionalmente, no puedas picar unas patatas, ya sean la versión clásica o la light. Ahora bien, siempre recomiendo escoger opciones más saludables, y que además nos proporcionarán muchos más beneficios.

Una muy buena opción, son los crudités de zanahoria, el apio, los frutos secos o los chips de patata o boniato, eso sí, hechos al horno. Si te apetece algo más elaborado hay infinidad de opciones: pepinillos, hummus, edamame, mejillones.

Refrescos light, ¿sí o no?

Con los refrescos light (o cero) pasa algo parecido. Lo que suelen hacer las marcas es bajar su contenido en azúcar, pero lo sustituyen por edulcorantes para que esté igualmente bueno. De estos edulcorantes tampoco hay que abusar, por lo que igual su consumo debe de ser de forma ocasional.

Así, si un día especial queremos ir a tomar un refresco acompañado de unas patatas, podemos hacerlo tranquilamente, pero sabiendo que la clave está en el equilibrio y que esto como he dicho es lo que es, es decir, un extra.