Zapatero, la última esperanza de Pedro Sánchez

Tras unos días de tensa calma, dos noticias han vuelto a sacudir la agitada actualidad del PSOE. Por un lado, el Supremo decretó prisión provisional para Santos Cerdán tras prestar declaración por los escándalos de corrupción. Por otro lado, Pedro Sánchez envió a José Luis Rodríguez Zapatero a Bruselas para negociar con Junts.

Esto da una idea de la situación desesperada que se vive hoy en Moncloa y Ferraz. La petición de fiscalía no hace más que evidenciar la magnitud de la trama corrupta en las más altas instancias del PSOE y el Gobierno. El partido es ahora mismo un erial en el que significativamente Zapatero ha ido ganando peso estas últimas semanas.

El viaje secreto de Zapatero a Bruselas

Según ha avanzado Joan Guirado en Vozpópuli, el expresidente Zapatero se entrevistó de urgencia y en secreto este domingo con la plana mayor de Junts. En la reunión estaban Zapatero, Míriam Nogueras, Jordi Turull y Carles Puigdemont. El expresidente ha sustituido provisionalmente y en solitario a Santos Cerdán como negociador con Junts.

La visita de Zapatero a Bruselas se enmarca en las dudas crecientes en Junts por la situación cada vez más insostenible del PSOE. Los de Puigdemont mostraron inicialmente su intención de dar la espalda al PP y seguir sosteniendo a Sánchez. Pero la presión mediática está haciendo mella en los de Puigdemont, que empiezan a mostrar reservas.

Zapatero ha ido a Bruselas para presentar a los líderes de Junts las garantías que pidieron sobre la estabilidad de la legislatura. Más allá del contenido de la reunión, esta confirma el peso que ha ganado Zapatero en la nueva jerarquía de un sanchismo en plena descomposición.

Zapatero, la última esperanza de Sánchez

El expresidente siempre ha jugado un contrapeso como defensor del sanchismo frente al ‘viejo PSOE’ que representa Felipe González. De alguna forma, Pedro Sánchez se presenta como heredero de la línea que marcó Zapatero en su gobierno. Pero es evidente que en los últimos meses ha pasado de tener un papel simbólico a algo más.

Quienes están cerca del Presidente aseguran que tras estallar la crisis de Cerdán Sánchez se ha encerrado más que nunca en su círculo de confianza. Cada vez confía en menos gente, y uno de ellos es Zapatero. El otro es Salvador Illa, con quien se entrevistó por sorpresa el 20 de junio y quien le sugirió elegir a Montse Mínguez como nueva secretaria de organización.

José Luis Rodríguez Zapatero y Salvador Illa forman ahora mismo la guardia pretoriana de un Pedro Sánchez solo, presionado y desorientado. Illa es una pieza clave para mantener la última gran plaza que les queda a los socialistas, Cataluña. Pero Sánchez está intentando no exponerle demasiado para que la crisis no le acabe alcanzando.

Zapatero tiene un perfil mucho más propicio para hacer de peón a la sombra de Sánchez. Al no tener responsabilidades puede arriesgarse más, y además es una persona que inspira confianza a los independentistas. Su perfil amable y su aura como expresidente sirve también para mantener en pie a la militancia y evitar que caigan en el pesimismo.

¿Relevo de Sánchez?

Tanto peso ha ganado Zapatero en la gestión de la crisis que incluso se ha especulado sobre una posible sucesión. Algo que de momento estaría descartado. Sánchez no se plantea por ahora dar ningún paso al lado, y en los planes de Zapatero tampoco está volver.

Además, la figura del expresidente se ha visto también salpicada últimamente por los rumores que le vinculan a la presunta corrupción. Algunos medios le sitúan incluso como cabecilla de la trama, aunque desde su entorno lo atribuyen a las ganas que le tiene la derecha a Zapatero. En todo caso, hay un cierto consenso en la idea de que el tiempo de Zapatero ya pasó.

Su papel ahora, y no es menor, es convencer a Puigdemont de la necesidad de resistir para agotar la legislatura. Este es el único plan que contempla ahora mismo Pedro Sánchez para salvarse. En una situación desesperada, Zapatero parece ser su última esperanza.