
Salvador Illa se blinda ante el efecto dominó de la trama corrupta en el PSOE
La crisis se extiende al gobierno navarro y amenaza con llevarse por delante a otros de territorios
El huracán desatado tras la presunta trama corrupta en el Gobierno socialista amenaza con llevarse por delante a varias federaciones territoriales. El estallido de la crisis en el gobierno navarro es un toque de atención para el resto de territorios. Como Cataluña, donde el PSC intenta mantener la calma pese a la aparición de Salvador Illa en el informe de la UCO.
El President vivió el miércoles su sesión de control más difícil, acorralado por las preguntas de la oposición por el tal Chili. Illa respondió irado, sin el talante que le ha caracterizado en sus primeros meses al frente del gobierno catalán. Todo un síntoma de que las cosas no andan bien.

En el PSC aseguran que la crisis no les afectará, y Salvador Illa repitió insistentemente este miércoles que está “limpio”. Pero el miedo a un efecto dominó es real, y el Govern quiere blindarse contra lo que pueda venir. Además de acelerar la agenda social, los socialistas intentan hacerse fuertes en el bloque progresista del Parlament.
El PSC refuerza el bloque progresista
La prioridad es asegurar que ERC y Comuns no les dejarán tirados. Con los Comuns no hay mucha preocupación, ya que han demostrado una férrea lealtad que no se ha tambaleado ni con la ampliación del aeropuerto. En este sentido, el PSC cree que el gran acuerdo en vivienda garantizó el apoyo incondicional de los Comuns durante toda la legislatura.
ERC siempre ha demostrado ser un socio menos fiable, aunque no parece que la alianza de gobierno en Cataluña peligre. Los republicanos han experimentado un giro estratégico desde el viernes pasado. El plan ahora pasa por rechazar los presupuestos en Madrid y aprobar los de Cataluña, es decir, hacer caer a Sánchez pero salvar a Illa.
Incluso la CUP, siempre tan contundente con la corrupción, ha dejado claro este miércoles que su prioridad es el cordón sanitario contra la extrema derecha. Traducción: no contribuirán a la caída del gobierno socialista para beneficiar a partidos como PP y Vox.
En cuanto a Junts, en el PSC creen que más allá del postureo ahora mismo no les interesa mover ficha contra el Govern. El plan de Carles Puigdemont es primero conseguir la amnistía para después atacar a un Salvador Illa solo y desgastado. Hasta entonces, no participarán en la campaña de acoso y derribo de PP y Vox en el Parlament.
Sánchez, su principal preocupación
Con el panorama político controlado en el Parlament, el Govern Illa ha acelerado la agenda social para reforzar su imagen de gestión. En la última semana ha anunciado 500 millones para que los jóvenes puedan pagar la entrada del piso y una rebaja de la matrícula en estudios universitarios. Desde Palau quieren transmitir la idea de que este gobierno sigue funcionando pese a la campaña de desprestigio de la oposición.

La principal preocupación de Illa, ahora mismo, no está en Cataluña sino en Madrid. Aunque parecía que Sánchez podía resistir, en el entorno del Presidente ya nadie pone la mano en el fuego. El pesimismo se extiende, mientras en el PSC empiezan a prepararse para lo peor.
Los destinos de Sánchez e Illa siempre han ido unidos, y esta semana el President de la Generalitat ha vuelto a mostrar su confianza en Pedro Sánchez. Al mismo tiempo, en Monclo siguen viendo a Illa como último baluarte de la resistencia socialista en España. De ahí que también en el PSC confíen en la resistencia de Salvador Illa cuando Pedro Sánchez caiga.
En los últimos días una consigna recorre el cuartel general de los socialistas catalanes: lealtad a Sánchez, y prudencia. Confianza en que la crisis no les alcance, y refuerzo del bloque progresista para encarar los difíciles meses que vienen por delante.
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