Mujer en el parlamento con el pelo rizado
POLÍTICA

ERC presume de no tener corrupción en sus filas pese al escándalo de la DGAIA

Varios casos, alguno con sentencia firme, afectan a exdirigentes republicanos

La corrupción vuelve a golpear a España, con los escándalos que esta vez afectan al PSOE y que han dejado al Gobierno pendiendo de un hilo. Como ocurre en estos casos, los partidos utilizan la corrupción como arma política. Todos aseguran no ser como los demás, aunque entre los ciudadanos cunde la sensación de que son todos iguales.

Este caso no solo afecta al PSOE, sino que también incomoda a sus socios como ERC. Los republicanos siempre han presumido de no tener un solo caso de corrupción entre sus filas en sus 95 años de existencia. En las últimas horas, varios de sus dirigentes han repetido esta idea para distanciarse del PSOE y defender su limpieza.

Un hombre de traje gris gesticula mientras habla en un entorno parlamentario, con dos mujeres sentadas detrás de él observando atentamente.

La portavoz de ERC en el Parlament, Esther Capella, dijo ayer que “representamos una organización política con casi cien años de historia que nadie puede señalarnos por casos de este tipo”. Capella sí señaló a Vox por un presunto caso de corrupción que sin embargo la Fiscalía acabó archivando.

También Rufián desde su escaño en el Congreso exclamó que “la izquierda no puede robar, nosotros no podemos robar, ellos sí”. También líderes locales como Rubén Arenas defienden la limpieza del partido. “93 años de historia sin ningún caso de corrupción nos avalan, somos la alternativa a todo este desbarajuste”, afirmó.

Pero también en las últimas horas muchos se han acordado del escándalo de la DGAIA. La Sindicatura de Cuentas alertó del desvío de 168 millones de euros en la Consejería de Derechos Sociales cuando estaba controlada por ERC. 

Se han destapado numerosas irregularidades en el servicio de acogida y las ayudas a menores tutelados. Aunque el caso afecta directamente a Esquerra, el PSC y Comuns están intentando que no vaya más allá para que no afecta a la estabilidad del Govern. No estamos solo ante un caso de presunta corrupción (esto tendrán que dirimirlo los tribunales), sino también ante un encubrimiento entre partidos.

Aunque esta no es la única sombra de corrupción que amenaza a los republicanos. La justicia está investigando también la vinculación del exconsejero de ERC Joan Ignasi Elena en un posible delito de fraccionamiento de contratos. El también exconsejero Xavier Vendrell fue investigado por la recalificación de unos terrenos en Cabrera de Mar.

Otros casos donde aparece ERC

ERC también se ha visto salpicada por casos de corrupción a nivel local como el caso Shirota y el caso Innova, en Reus. Aunque uno de los más llamativos fue el de Sitges, donde la alcaldesa y ocho concejales están siendo investigados por presunta malversación y prevaricación. Otro escándalo es el caso Manga, la derivada catalana del caso Pokemon, que afectaba a dirigentes republicanos como Jordi Orobitg y Josep Carrapiço.

Un caso de corrupción que sí tuvo sentencia fue el de contrabando de tabaco que implicó al exconsejero de ERC Jordi Ausàs. El Tribunal Supremo le condenó a cuatro años de cárcel.

ERC puede argumentar que son casos aislados, algunos sin sentencia firme, a diferencia de la corrupción sistémica que afecta a partidos como PSOE y PP. Pero es cuanto menos osado decir que Esquerra no tiene casos de corrupción en 95 años de historia. Sobre todo cuando sale en la foto del caso más escandaloso de los últimos años en Cataluña, que es el de la DGAIA.

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