ACN Xavier Trias asume su segunda derrota 9 meses después
El que parecía destinado a ser el alcalde de Barcelona es el primero de Junts que sufre en sus propias carnes el intento de resucitar un tripartito
Trias encaja el golpe. El PSC pactará los presupuestos con ERC y los Comuns y Junts se queda fuera. Xavier Trias acusa a Collboni de no querer un “gobierno fuerte” para Barcelona. Así mismo, se sorprende de que el PSC quiera conquistar el poder y mantenerlo.
Trias descubre el poder
Los presupuestos del Ayuntamiento de Barcelona eran un misterio rodeado de incógnitas. Muchas de ellas señalaban a instancias superiores: Collboni forma parte del PSC y, en Madrid, los socialistas, tienen muchos platos que aguantar en el aire. Por otra parte, había presiones de ERC y los Comuns para empezar a hablar de un tripartito. Un tripartito que, además, le sirve a la izquierda para ensayar por si en la Generalitat tienen que hacer lo mismo. En este sentido, Ada Colau es probablemente la máxima interesada.
Todo esto tiene un efecto inmediato en Junts: apartarlos del poder. De hecho, Trias ha acusado al alcalde Collboni de no darle “nada de poder”. Así mismo, le hace un pintoresco reproche en referencia a que “quiere dominar el país” y controlar el máximo de instituciones posibles. Algo que parece que es así desde que hay política y desde que hay partidos políticos.
'Que un bombin’ segunda parte
Este el segundo golpe fuerte que recibe Trias en poco tiempo. Se presentó con toda la ilusión para gobernar Barcelona en tándem con Maragall. Y la primera jugada envolvente que le hizo el PSC fue pactar la investidura con el PP, que saco el máximo rendimiento a sus representantes.
En este sentido, Trias habla de que Collboni y Salvador Illa - los que parece que repartirán las cartas del poder político en Cataluña - “parecen muy abiertos, pero en el fondo saben lo que quieren”. Y lo que quieren es el poder.
En definitiva, que Xavier Trias es el primero de Junts que padece en sus propias carnes la maniobra de organizar un tripartito. Esto significa que también es de los primeros en comprobar que el “cambio de bando” de ERC - pasar de Maragall a Alamany - es una realidad. Todo apunta a Palau.
Más noticias: