Xavier García Albiol sigue con su cruzada e interviene para evitar una okupación
Resuelve otra okupación en Badalona y denuncia que la ley ‘es una puñetera vergüenza’
El alcalde de Badalona tiene mayoría absoluta no por casualidad.
Además de entender la lógica de la política municipal, Xavier García Albiol ha sabido ver el rumbo que ha tomado la sociedad. Y el caso es que, más allá de las legítimas críticas, es un alcalde del PP que tiene mayoría absoluta en Cataluña.
Su política ha sido simple y directa: luchar contra la inseguridad, los efectos negativos de la inmigración ilegal y la okupación. Este último problema es su seña de identidad. Hasta el punto de que ha invitado a Pedro Sánchez a visitar Badalona para que le pueda explicar a los vecinos que la okupación es un “bulo” de la extrema derecha.
Los indepes quieren un Albiol
Tal vez porque se le enseñó Iván Redondo (que después fue el jefe de gabinete de Pedro Sánchez), García Albiol se dirige directamente a la ciudadanía. Además de tener un discurso muy marcado, Albiol se suele expresar en redes sociales, donde el poder mediático no tiene tanta influencia.
Esto explica que su perfil en redes sociales esté lleno de vídeos tomados directamente con un móvil. En ellos, sale él explicando alguna decisión municipal sobre limpieza, las playas o proyectos urbanísticos. Pero los vídeos que tienen más recorrido y se hacen virales son los de okupaciones.
El último de estos vídeos lo publicó ayer mismo y trata de una okupación en el barrio del Gorg. Como se aprecia en las imágenes, Albiol interviene en la okupación de un local ante la mirada de los vecinos, que se muestran muy airados. “Les he advertido a los okupas que no me iba a ir hasta que se fuesen, y no me he ido hasta que se han ido”, dice el alcalde:
Como también es habitual, han sido muchos los usuarios que han aplaudido esta actuación de Albiol. Así mismo, han sido muchos los usuarios indepes que dicen que votarían a un equivalente de Albiol en su municipio si existiera.
Estos apoyos populares tan diversos son otra confirmación de que la persona tiene casi la misma importancia que el discurso. Más todavía si se trata de política municipal.
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