
Crece la violencia política en Terrassa: pintadas amenazadoras en la sede del PP
El acto vandálico se ha producido solo unos días después del acoso a concejales de Vox
Crece la violencia política en Terrassa. Días después del acoso sufrido por los concejales de Vox en la fiesta mayor de la localidad, han aparecido pintadas amenazadoras en la sede del Partido Popular. El PP de Terrassa ha compartido en las redes sociales las imágenes donde se ve el mensaje “fuera fascistas de nuestros barrios”.

Es la segunda vez en pocas semanas que vandalizan la sede de los populares en Terrassa. Fue el pasado mes de mayo, apenas estrenada la nueva sede, cuando los intolerantes la atacaron con pintadas: “Fuera fascistas de nuestros barrios, no os queremos aquí”.
El PP de Terrassa ha respondido que "no nos iremos de 'sus' barrios y de 'su' ciudad, porque son nuestros barrios y nuestra ciudad". La presidenta y portavoz del PP en Terrassa, Mireia Gimenez Arcusa, ha lanzado también un mensaje a los acosadores. Ha dicho que quienes se tienen que ir de la ciudad son "los fascistas que atacan sedes políticas".
Mensajes de apoyo tras el ataque
Los populares de terrassa han recibido el aliento del presidente del PP catalán, Alejandro Fernández. "Ni un paso atrás", ha publicado en X, donde ha mostrado todo su apoyo a Marta Gimenez y los suyos.
El PP de Barcelona ha condenado "rotundamente" las pintadas en la sede del partido en Terrassa. "Los ataques a la democracia no tienen lugar en una sociedad libre. Seguiremos defendiendo el respeto y la convivencia", ha afirmado el secretario de organización, Agustín Parra.
Los populares han recibido también mensajes de apoyo en las redes, como este: "Lo peor de todo es que se hacen llamar demócratas y gente de paz. Quieren expulsar a cualquier partido que no tenga sus ideales".
"Curioso que los verdaderos fascistas llamen fascistas a quienes no piensan como ellos", dice otro comentario.
Violencia política en Terrassa
La violencia política en Terrassa ha ido creciendo a medida que partidos como PP y Vox han ido ganando fuerza. En 2019, los partidos del cordón sanitario (TxT, PSC, ERC y Junts) tenían 24 concejales de 27. En las elecciones de 2023, los tres concejales de Vox y los dos del PP rompieron el monopolio de la izquierda y los procesistas.
Desde entonces han conseguido poner en evidencia la degradación de la ciudad, con temas incómodos como la inseguridad y la inmigración. Recientemente una escalada de tensión entre el gobierno municipal y Vox, a raíz de las violaciones.
El alcalde Jordi Ballart acabó expulsando a los concejales de Vox del pleno municipal. El fin de semana pasado, la concejal de Vox Alicia Tomás denunció que el alcalde la había agredido al intentar quitarle una pancarta por la fuerza en la fiesta mayor. Solo unos días después, los radicales han vuelto a atacar la sede del PP con mensajes amenazadores.
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