Montaje de Vicent Partal y Carles Puigdemont
POLÍTICA

Uno de los principales aliados de Carles Puigdemont empieza a dudar de él

El director de un periódico afín a Junts empieza a mostrar sus reservas con la estrategia electoral del expresidente

Vicent Partal dedica su columna en VilaWeb al panorama electoral catalán. En líneas generales, compra el marco procesista de Junts que ve en Puigdemont al representante de la causa independentista. Pero duda de si las listas del partido conseguirán que el votante se sienta representado por ellas.

El marco mental de Junts

Partal comienza por central el balón: “La cuestión central de estas elecciones es Carles Puigdemont”. Este es el marco que precisamente quiere plantear Junts para las elecciones. La idea de que estos comicios sintetizan el final de una época y dan lugar a otra nueva. Procés y post-procés, o sea, procés.

De aquí que, como dice Partal, el resto de candidatos quieran evitar este tablero de juego. Pero en realidad se trata de los candidatos independentistas. Y, más en realidad todavía, de ERC porque Aliança Catalana capta el voto por motivos bastante impermeables a la épica de los líderes procesistas. Al fin y al cabo, a Junts no le ha dado tiempo a fagocitar por completo el discurso de AC con tema migratorio y de inseguridad.

Carles Puigdemont hablando desde un atril de color azul con una bandera catalana de fondo

Ahora bien, al director de VilaWeb no se le escapa que la estrategia de Puigdemont tiene una quiebra interna y que viene de serie. Por un lado, la maquinaria del partido tiende de manera natural al autonomismo y al pragmatismo, o sea, a la materialización del sector Turull. Pero, por otro lado, el impulso unilateralista concretado en el Consell de la República no se puede armonizar con lo anterior. “Son claramente contradictorias hoy”, dice Partal.

Un independentismo muy politizado

¿Y qué lleva a Partal a sospechar de que esta contradicción es demasiado pesada? El aroma de las listas, que están muy politizadas. Es decir, que apuntan a Junts y, por remisión, al autonomismo pragmático. “Es la vía que se ha impuesto”, parece lamentarse Partal.

Así mismo, se apunta al fracaso de Puigdemont de intentar compensar su personalismo electoral con figuras independientes e independentistas. O sea, el fracaso de intentar resucitar una segunda edición de Junts pel Sí. “Es una lista de Junts, claramente renovadora de su partido, con muchas caras jóvenes, pero esto no es ningún frente, no es ningún movimiento, no va más allá”.

Sin decirlo explícitamente, Partal apunta al hecho de que la unidad del independentismo ni existe ni ha existido. En el caso de estas elecciones, dice Partal, es muy probable que ERC vote en contra de cualquier candidatura de Puigdemont para no darle así recorrido electoral a una figura que saben que no pueden combatir. Sobre todo con Aragonès, que es alguien que la población conoce a duras penas.

Plano medio de Pere Aragonès con cara de asco y Carles Puigdemont hablando

Por todo lo demás, el director de Vilaweb concluyendo reforzando la idea de identificar a Puigdemont con la causa nacional catalana. “Su derrota o su victoria no se leerán en ninguna parte en clave de persona o de partido y bastante, sino en clave nacional”. Pero aún está por confirmar si el tablero del independentismo todavía responde a esta lógica procesista. El resultado del constitucionalismo y de Aliança Catalana dictarán sentencia.

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