Los últimos datos evidencian el fracaso de Ada Colau en su lucha contra el turismo
Los planes para regular las plazas turísticas se han mostrado como un error y ahora se empiezan a notar sus efectos
Según los últimos datos del Plan Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT), en la Dreta de l’Eixample casi el 70% de las camas son de alquiler turístico. Lo último que supimos de este plan urbanístico es que la justicia lo tumbó y que obligó a conceder casi 900 plazas turísticas más. La anulación vino por la mala redacción del informe durante el mandato de Colau.
El turismo y las buenas intenciones
Los últimos datos del PEUAT ya están aquí. En una de las zonas más tensionadas, la Dreta de l’Eixample, casi el 70% de las camas son turísticas (un 66,5%). De este modo, con 44.000 habitantes, este barrio alcanza 29.000 plazas turísticas.
Por otro lado, el 30% de los edificios de la Dreta de l’Eixample tiene algún tipo de establecimiento turístico. Hoteles aparte. Según ha señalado a Betevé Jaume Artigues, presidente de la asociación de vecinos, el problema de cohesión social aparece cuando se supera el 50% de camas para alquiler turístico.
Piden que el Ayuntamiento regule (otra vez) las concesiones turísticas, que no otorgue más licencias y que, si se dan, que sean temporales. Más allá de la rentabilidad económica, las críticas están puestas en la desnaturalización que experimenta el barrio. Los vecinos se quejan de la ruptura del espíritu comunitario en la zona.
La pregunta es por qué no deja de aumentar el alquiler turístico si todos los ayuntamientos han dicho haber luchado contra este fenómeno. La respuesta está en las buenas intenciones.
Un error de Colau
La noticia fue del pasado mes de diciembre: un error durante la época de Colau obligó al ayuntamiento de Collboni a otorgar cientos de licencias turísticas. La justicia tumbó el plan urbanístico de Colau - el PEUAT - por deficiencias en su redacción. Faltaba por ejemplo un informe económico y financiero.
Esto condujo a que se tuvieran que otorgar todas las licencias que habían sido paralizadas por este plan urbanístico. El error se ha saldado con 617 licencias autorizadas y otras 217 en espera. En porcentajes, esto representa un 10%. Y a falta de datos, es bastante probable que una parte importante de estas nuevas licencias hayan acabado en l’Eixample, que es una de las zonas más demandadas.
Como es natural, hay otros factores en juego sobre los que Colau ha tenido un mayor y un menor impacto. Lo que es seguro es que la regulación de las plazas turísticas - uno de los caballos de batalla de la exalcaldesa - no ha funcionado. Estos últimos datos y las quejas de los vecinos son una prueba más.
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