Primer plano del alcalde de Girona Lluc Salellas
POLÍTICA

Al alcalde de Girona de la CUP se le acumulan los problemas

Se concentran tres protestas simultáneas ante el Ayuntamiento de Girona: la policía municipal, los trabajadores municipales y los estudiantes

El alcalde de Girona, Lluc Salellas, tiene varios frentes abiertos. A la protesta de la policía municipal se le han sumado dos protestas más. La de los trabajadores municipales y también los alumnos de secundaria.

Tres frentes para el alcalde

La actividad de gobierno desgasta. Esto le ocurre a la coalición de Guanyem (CUP), Junts y ERC que gobierna en Girona. Uno de sus problemas más recientes fue la inseguridad, cosa que obligó al alcalde Salellas a decir algo al respecto:

Pero también han surgido problemas por el lado de los empleados públicos. Una de las protestas más sonadas fue la de la policía municipal. Por lo visto, el decreto del alcalde Salellas les obligaba a hacer horas extra y, ante esto, los policías protestaron de una manera muy llamativa.

Montaron una suerte de procesión esclavista por la ciudad. Los agentes tiraban del carro del ayuntamiento mientras un esclavista les pegaba con la vara del alcalde. El sindicato de policía señala que el origen de su protesta se debe a la falta de personal y a la excesiva carga de trabajo.

Aunque esta sea la protesta más ingeniosa, no es la única. Los trabajadores municipales y los estudiantes también se han plantado delante del ayuntamiento. Y si de ingenio se trata, los trabajadores municipales han plantado un ataúd en el salón de plenos para simbolizar la “muerte” de sus derechos.

Protestas simultáneas

El problema con los trabajadores municipales surgió por la propuesta del ayuntamiento para pagar la VLT que tenía pendiente con 389 trabajadores. La propuesta consistía en que renunciaran al incremento salarial del 2024 para poder cobrar el dinero que les debían.

“Nos piden que nos autopaguemos lo que nos deben”, denunció la intersindical. Por ahora, solo han cobrado el 12% de lo que les deben.

Por otro lado, los más jóvenes también se han apuntado a las reclamaciones delante del ayuntamiento. Los alumnos del Instituto Ermessenda han protestado por el cierre de la sede del edificio Cartañà. Denuncian la decisión del ayuntamiento de unificar el centro en Can Prunell con más módulos prefabricados.

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