Sílvia Orriols quiere llegar al Parlament: cómo afectará a los partidos procesistas
La candidatura de Aliança Catalana promete mover el tablero político
Aliança Catalana ha confirmado estos últimos días que ya trabaja para poder presentarse a las próximas elecciones al Parlament de Cataluña. Los comicios catalanes no tienen aún fecha de convocatoria, pero hasta el propio Govern asume que no pasarán más de doce meses. Será, pues, una lucha contra el tiempo de Sílvia Orriols para que su partido municipalista -que solo tiene concejales en tres pueblos- consiga contar con una estructura territorial.
La formación nacida en Ripoll debe crear una estructura desde cero. Necesita cuadros en las cuatro demarcaciones, personal de confianza para organizar un partido desde la nada, pero Sílvia Orriols asume que ha llegado el momento. La torpeza de los partidos procesistas -Junts, ERC y la CUP- la ha situado en el centro del debate político durante semanas y lo va a aprovechar.
Aliança Catalana cuenta con dos cartas que hoy día no tienen las otras formaciones indepes. En primer lugar, no formó parte del Procés y es abiertamente contraria a lo sucedido tras el 2017. Sílvia Orriols señala las incoherencias de ERC, Junts y la CUP y les culpa de hacer todo lo contrario de lo que predican. Puede, por tanto, recoger el descontento del votante que el próximo domingo ha decidido abstenerse.
Las políticas que propone con la inmigración que no quiere integrarse es su segundo as en la manga. Es el único partido con Vox que no tiene miedo a saltarse la dictadura política buenista. Hemos escuchado muchas veces a Sílvia Orriols pedir mano dura contra aquellos que forman guetos, que escucharon al Imán de Ripoll pedir matar infieles y no hicieron nada. Aliança Catalana es la primera formación indepe que habla de ello y está recogiendo muchas adhesiones con este discurso.
No hace falta ser muy listo para saber que Aliança Catalana tiene todas papeletas para entrar en el Parlament si es capaz de elaborar listas en las cuatro demarcaciones. Y su aparición va a afectar más de lo que se piensan a Esquerra, Junts y la CUP. Primero de todo porque les obligará a fijar posiciones.
Esquerra tendrá que volver a izar la bandera 'antifascista' que tan pobres resultados les está dando estos últimos días. La CUP querrá hacer de contrapeso, pero desconoce aún que buena parte de sus votantes tienen un componente identitario que les acerca a Orriols. Por último está Junts, que sigue sin ideología marcada más allá del seguidismo buenista. Muchos votantes juntaires aplauden a Aliança Catalana, y lo saben.
Más división indepe, menos diputados procesistas
Sílvia Orriols puede superar el 3% de los votos en todas las demarcaciones catalanas, sobre todo en Gerona, Lérida y Tarragona. Y es en estas tres provincias donde el procesismo consigue los diputados necesarios para gobernar, gracias a la Ley d'Hondt, que los sobrerepresenta. Con Aliança Catalana sufrirán electoralmente, no solo por el relato.
El partido nacido en Ripoll no llegaría al Parlament para ser un apéndice de ERC o Junts. Exigiría unilateralidad por un lado y políticas valientes con la inmigración por otro. Hablará de las mezquitas salafistas, del poco respeto del Islam a la mujer en Cataluña y de los barrios donde la policía catalana ni entra. Aliança Catalana moverá el tablero político y pondrá un espejo delante de los procesistas: sus mentiras con la independencia y su buenismo inoperante.
No es de extrañar que Esquerra, la CUP y Junts per Catalunya se hayan puesto de acuerdo para silenciar a Sílvia Orriols. Su aparición pone en jaque su actual sistema, su mayoría parlamentaria y la falsa paz social que nos quieren vender.
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