Siete de cada diez catalanes piden que la independencia no sea prioritaria

Por el momento, la idea de que la amnistía traía reconciliación y consenso no triunfa entre los ciudadanos de Cataluña. Según el sondeo Ipsos para La Vanguardia, el 42% rechaza la amnistía y casi la mitad considera que “no servirá para nada”. Por otra parte, el sondeo trae un dato sociológico que deben apuntarse en las sedes de los partidos nacionalistas: el 72% cree que la independencia no debe ser ninguna prioridad.

Cataluña está igual de dividida que siempre y, además, está especialmente desencantada. Las circunstancias políticas procesistas y post-procesistas han dejado un poso social bastante negativo. Algo que queda reflejado en el sondeo que hoy publica La Vanguardia.

La amnistía refuerza lo que ya había

De entrada, la ley de amnistía no interpela ni mucho menos a mayorías. De hecho, el apoyo a la amnistía solo refleja las dinámicas ideológicas previas. Así, el 80% del votante ‘indepe’ y de los Comunes aprueba la amnistía. Pero casi el 100% de los votantes conservadores y constitucionalistas la rechazan. Por reflejar, el sondeo refleja hasta la fractura interna del PSOE: el apoyo a la amnistía entre sus votantes no llega a la mitad y se queda en el 43% (con un 52% que la rechaza).

Como se dijo desde sectores críticos con el actual Gobierno, la ley de amnistía nunca respondió a ningún deseo de reconciliación o reencuentro. Entre otras cosas, porque la hemeroteca es clara y muestra a todas las figuras del actual PSOE asegurando que jamás habría ni indulto ni amnistía. Más bien, la amnistía se ha interpretado como una coincidencia de intereses entre sectores de la partitocracia. Y así lo refleja el sondeo: un 54% tiene la duda de si la amnistía empeorará otra vez la relación entre Cataluña y el resto de España.

La independencia ¿Qué independencia?

A todo esto, el sondeo trae un dato de fondo que refleja este magma amorfo de desencanto que hay en Cataluña. Y es que una enorme mayoría del 72% de los catalanes piensa que la independencia no debería ser ninguna prioridad del próximo Govern.

A diferencia de los datos anteriores, este sí revela un cierto elemento de consenso entre los ciudadanos. Concretamente, el consenso de que no hay que reiniciar el procés. Se podría decir entonces que el grueso de los catalanes están diametralmente en contra de lo que defendió Jordi Turull sobre la vuelta de Puigdemont: “un relanzamiento del procés”.

Pero a la luz de este sondeo no es de descartar que Turull se dirija exclusivamente a sus votantes. Según los datos, el 70% de los votantes de Junts y de la CUP están a favor de reabrir un conflicto político. No así el votante de ERC, que en un 60% se desentiende de la independencia como prioridad gubernamental.

Todos estos datos, en esencia, apuntan a tres tendencias. La primera, que la amnistía se recibe sin mucha ilusión y se interpreta como una especie de oportunidad para enterrar el procés y dedicarse a lo importante. La segunda, que la amnistía solo refuerza las dinámicas ideológicas previas. La tercera, que la independencia solo interesa a los muy convencidos y no es un factor electoral aglutinador.