El PSOE dice ahora lo que era evidente sobre Junts

El PSOE confirma lo que era una obviedad: que el independentismo solo es procesismo. En una entrevista a elDiario, Santos Cerdán, número tres de los socialistas, desmonta el independentismo contando cómo ha sido la negociación con Junts.

Sus declaraciones podrían suscribirlas cualquier independentista radical. Como por ejemplo: ‘Cuando alguien acepta la negociación no está hablando de una vía unilateral’. Y esto es ni más ni menos lo que le reprochan a ERC y Junts: venderse.

El acuerdo: mucho oropel a cambio de dos cosas

En democracias de partidos, una cosa es lo que cuentas al electorado y otra es lo que necesitas conseguir. El problema viene cuando ambas no coinciden o directamente se enfrentan. Y el independentismo es, en esencia, eso: un conflicto permanente entre hechos y relatos.

Porque si algo ha dejado claro la entrevista a Santos Cerdán es que, el acuerdo de investidura, se compone de facto de solo dos cosas: amnistía e investidura. Y todo lo demás son diferencias de ‘relato’ sin mayor concreción. ‘Ellos cuentan su relato y nosotros el nuestro’.

Desde la cesión del 100% de los tributos hasta el referéndum pactado. Las sobadas “mesas de diálogo” son un dispensador de tiempo. Concretamente, para ganarlo.

La lógica que plantea el independentismo contrario al procés es idéntica a la de Santos Cerdán. O se insiste en la vía unilateral o se renuncia a ella. ‘Cuando alguien acuerda dialogar, negociar, renuncia a la vía unilateral’, ha dicho Santos Cerdán, como podría haber dicho Dolors Feliu.

El PSOE y Junts ya se hablaban desde hacía tiempo

A todo esto, Santos Cerdán ha dado una dato fundamental: que PSOE y Junts tenían contactos desde marzo, antes de las elecciones incluso. Y no solo eso: el acuerdo, ha dicho, “no ha corrido peligro en ningún momento”.

Estos días oímos que los procesistas marcan el compás del nuevo gobierno, pero tal vez esto no sea del todo exacto. De hecho, es más probable que sea al revés: que Junts y ERC no tienen más opción que entenderse con el PSOE.

Y eso no pasa por avanzar hacia la independencia, sino a que ‘los independentistas se sientan identificados en una España federal’. Habrá que ver qué efectos tiene esto en la nueva mutación del discurso procesista.