Salvador Illa ya flirtea con Junts per Catalunya

Algo ha cambiado en la política catalana desde el 23 de julio. O por la menos algunos de sus actores se esfuerzan en hacerlo ver. La línea roja entre indepes y todos los otros se va diluyendo.

No es nada nuevo, dirán. Y tienen ustedes razón: Junts y PSC gobiernan juntos en muchos ayuntamientos y lo hicieron hasta hace nada en la Diputació de Barcelona. Con ERC, tres cuartos de lo mismo. Hay ayuntamientos e instituciones que hasta gobiernan los tres.

Pero lo que está cambiando es algo de calado, profundo. La política catalana se transforma más rápido de lo que podemos asumir y debemos prepararnos, porque el 2024 que llega nos dará aún muchas más sorpresas. Una de ellas será la normalización de relaciones entre el PSC y los indepes. Y Salvador Illa ya está haciendo esfuerzos, consciente que solo puede llegar a la Generalitat de la mano de alguno de ellos, por lo menos a corto plazo.

Esta misma mañana el líder de los socialistas catalanes era entrevistado en Catalunya Ràdio, que ha movido cielo y tierra para estar en el Congreso, pero de eso ya hablaremos otro día. Salvador Illa dedicaba unas inéditas palabras al partido de Carles Puigdemont: "Junts es gente seria y que, por lo tanto, cuando firman un acuerdo, lo cumplen". No está nada mal, sobre todo después del distanciamiento de los juntaries por lo de Jaume Collboni.

Algún día el PSOE reconocerá los esfuerzos de Salvador Illa para que Sánchez siga siendo presidente del Gobierno. No solo sustenta a Pere Aragonès cuando podría hacerlo caer mañana, sino que ahora lanza piropos a Junts per Catalunya tras su "malestar" por el discurso de Pedro Sánchez. Illa es bombero, peón y soldado.

E-Notícies ya especulaba que la sociovergencia 2.0 podría estar al caer. El partido de Carles Puigdemont vivirá cambios significativos este 2024. Su estrategia de volver a la política le provocará críticas, dudas y probablemente nuevos rivales electorales. Si prima el seny, los acuerdos con el PSC volverán, sobre todo porque tanto Illa como Puigdemont no tragan demasiado a Junqueras.

Si uno se fija, no hemos escuchado al primer secretario del PSC tildar a ERC de gente seria. Es una evidencia. De momento Salvador Illa no asegura su voto a los presupuestos de Pere Aragonès, pero se hace difícil imaginar lo contrario. Las elecciones al Parlament deberían ser en un año y quizás los socialistas ya no tienen prisa.

Lo que queda claro es que pasarán cosas, que Illa se acerca a Junts, ya sea para tener contento a Pedro Sánchez o por estrategia personal. La política catalana se mueve y rápido.