Hombre de traje azul y corbata roja hablando frente a un micrófono con una bandera en el fondo.
POLÍTICA

Revuelta en el PSOE por el acuerdo con ERC: 'Obsceno y bochornoso'

García Page cree que el acuerdo con ERC no prosperará en el Congreso de los Diputados

El PSOE ve más cerca la investidura de Salvador Illa, para lo cual queda un último escollo que será la consulta de ERC a su militancia. Pero el acuerdo de investidura, que incluye el concierto fiscal para Cataluña, ha abierto otro cisma dentro del partido de Pedro Sánchez. Cinco barones socialistas se han rebelado contra lo que consideran una ruptura definitiva del principio de igualdad y solidaridad entre todos los españoles.

Quien lidera el movimiento antisanchista es el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page. En una comparecencia oficial esta mañana, García Page ha considerado el acuerdo “obsceno y bochornoso” y un “ejemplo de egoísmo y desprecio a otros territorios de España”. Pero ha matizado que la culpa no es de ERC sino de quien está apoyando sus planes de ruptura de la igualdad, es decir, el PSOE.

Pero Page ha ido un paso más allá y ha asegurado que el acuerdo “no tiene posibilidad de prosperar en el Congreso” y que “no va a salir adelante”. Ha añadido que él no lo va a apoyar, y espera que su partido tampoco lo tolere. 

Al presidente de Castilla-La Mancha se suman los líderes del PSOE en Madrid, Andalucía, Aragón y Extremadura. Son en total cinco los senadores que se han revelado contra los planes de Sánchez y los independentistas, aunque no han aclarado si tomarán medidas concretas como la ruptura de la disciplina de voto en el Congreso. O se quedarán, como hasta ahora, en una simple pataleta.

El otro PSOE se revela contra Sánchez

Emiliano García Page ha criticado duramente el documento presentado por ERC y el PSC que le da la llave del gobierno catalán a Illa a cambio del concierto económico. Page ha dicho que el documento “no me vincula” y que “no podemos pagar otra investidura”. Ha reconocido la legitimidad de Salvador Illa de acceder a la presidencia de la Generalitat, pero ha pedido que eso sea compatible con el mantenimiento del sistema de solidaridad entre españoles.

“El independentismo se fundó para romper España y cumplen su cometido. El PSOE se fundó para combatir la desigualdad. No siempre es fácil, pero no podemos ni ampararla ni promoverla”, ha dicho Page.

El presidente manchego ha dicho que ERC es una “máquina de alimentar a la extrema derecha en España”. Por eso ha pedido a su partido que rectifique y vuelva a la senda de la igualdad que ha sido santo y seña del partido a lo largo de su historia. Sus palabras llegan apenas unas horas después de que el gobierno de Castilla-La Mancha anunciase un recurso en el Tribunal Constitucional contra la Ley de Amnistía.

Más problemas para Pedro Sánchez

El acuerdo de investidura en Cataluña (a la espera de lo que diga la militancia de ERC) permite a Pedro Sánchez tomar un poco de aire. El Gobierno ha quedado muy tocado por el último revés de Junts en el Congreso de los Diputados y por la posible imputación del presidente en el proceso judicial contra su mujer por presunta corrupción en los negocios. A la inestabilidad de la legislatura y los problemas judiciales se suma ahora la revuelta interna del PSOE, que ahonda en su profunda división.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el acto central de campaña del PSOE, a 31 de mayo de 2024, en Los Alcázares, Región de Murcia (España)

Los barones ya se revelaron en noviembre del año pasado contra el acuerdo de investidura que hacía importantes concesiones a ERC y Junts. Ahora vuelven a alzar la voz aún más indignados. El sanchismo que lleva las riendas del partido desde 2018 está cada vez más contestado, y es evidente que hay un sector interno del PSOE que presiona para romper con los independentistas y explorar la estabilidad de la mano del PP.

Este sector considera que el PSOE debe asumir que el partido más votado en España es el PP y pactar con ellos para fraguar la Gran Coalición. Esto devolvería al PSOE al centroderecho favoreciendo la estabilidad de España, y daría margen a los socialistas para rehacerse y recuperar la confianza de los ciudadanos. Además, mantendrían intacto el marco constitucional y principios como la igualdad y la solidaridad que están ahora en juego.

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