Pedro Sánchez en un acto electoral del PSOE con rostro de preocupación
POLÍTICA

El PSOE lo fía todo a Cataluña

Las pocas opciones de Pedro Sánchez pasan por Cataluña

Pedro Sánchez ha empezado la campaña electoral sabiendo que va a ser muy difícil -por no decir imposible- revalidar su victoria en las generales. En 2019 el líder socialista sumaba 120 escaños y lograba su primera victoria electoral tras la moción de censura a Rajoy en 2018. Un PP muy debilitado no llegaba a los 90 diputados y PSOE y Podemos conseguían formar Gobierno con los apoyos de independentistas y nacionalistas.

Cuatro años después el panorama ha cambiado. España ya no es la misma y la sensación de un cambio de ciclo político es evidente. Lo que sucede en Europa no es ajeno en nuestro país y por primera vez se han roto tabús que parecían imposible. Pedro Sánchez sigue mirando a su izquierda como única estrategia política y lo fía todo al miedo endémico de una parte de este país a la derecha.

Vamos a ser exactos. El PSOE de Sánchez es un camaleón que se adapta a la realidad para sobrevivir. Fue capaz de disfrazarse de centrista y pactar con Albert Rivera para después levantar el puño con Pablo Iglesias. Juega a tener sentido de Estado, pero deroga la sedición para tener contento a Junqueras. Con estas premisas, ahora ha llegado el momento de coger la bandera del miedo a lo ajeno, a un posible pacto entre PP y Vox.

Más allá del regalo que Tezanos sirve periódicamente a Pedro Sánchez con el CIS, los socialistas saben que lo tienen crudo. La gran mayoría de encuestas sitúan al PP de Feijóo por encima de los 140 diputados. Llegue o no la mayoría absoluta con Vox, es casi imposible que PSOE y Sumar reediten un pacto de Gobierno. 

Solo sucedería con una remontada épica, similar a la que Zapatero ya consiguió en 2008. Y la clave fue Cataluña, donde Chacón, jefa de cartel del PSC, sumó hasta 25 diputados de los 47 que había en juego. El PP se quedó con 8 y Zapatero venció a Rajoy por 15 escaños, 169 a 154.

Pedro Sánchez quiere coger ahora el disfraz de Zapatero. La campaña de 2008 en Cataluña se hizo famosa por los carteles del PSC: "Si no vas a votar, ellos vuelven", con las siluetas de Aznar, Acebes y compañía. Ahora, el PSOE quiere recuperar este chantaje emocional tan de la izquierda: vótame porque yo soy malo, pero, cuidado, que el otro es mucho peor.

Los socialistas saben que tienen perdido Madrid, no cuentan demasiado con Andalucía y ya no ganarán en Baleares o Valencia. La victoria solo parece clara en Cataluña, donde aspiran a sacar 20 diputados. Sería un 20% de los que Pedro Sánchez podría tener en el Congreso de los Diputados. Y podrían no ser suficientes.

Los catalanes debemos estar preparados. Sánchez hará poca campaña presencial esta vez porque tiene compromisos como presidente rotatorio de la Unión Europea. Pero Cataluña será su prioridad. Aprovechen el sol y la calor que llega para ir a la playa.

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