Feijóo asume la mesa de diálogo
El líder del PP pide que sea 'fluido' y que no afecte 'a los demás'
“No tengo interés en ir contra ninguna mesa si está constituida y tiene como objetivo tratar asuntos que no afecten a los demás”. Son las sorprendentes declaraciones de Alberto Núñez Feijóo, candidato del PP a la presidencia de España, en una entrevista en El Periódico.
El líder de los populares ha añadido que pedirá a la Generalitat “mantener un diálogo fluido con sus autoridades”. Su intención es que el gobierno catalán “se incorpore a mesas unilaterales como la Conferencia de Presidentes y el Consejo de Política Fiscal.
Del rechazo a la aceptación
Hace solo un año, en julio de 2022, Feijóo cargó contra la mesa de diálogo. El entonces líder de la oposición acusó a Pedro Sánchez de venderse al independentismo para mantenerse en el poder. Y advirtió de que “el gobierno español y el catalán no informan de lo que están intercambiando”.
Días después, Alejandro Fernández, líder del PP en Cataluña, anunció que liquidaría la mesa de diálogo si su partido ganaba las elecciones. Para él, el diálogo entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès era “una tomadura de pelo”.
Han pasado los meses, y ante el horizonte de las elecciones generales Feijóo ha cambiado sustancialmente su discurso. Algo significativo, ya que el propio Aragonès afirmó su intención de mantener la mesa de diálogo aunque el PP ganara las elecciones en España. Ahora, el líder de los populares mantiene vivo este instrumento.
La mesa de diálogo, en punto muerto
El propio PSOE congeló la mesa de negociación tras derogar el delito de sedición,a finales del año pasado. Sánchez dio por finalizado el ‘procés’ y centró su acción de gobierno en la recuperación económica. Durante todos estos meses, ERC ha presionado para recuperar la negociación bilateral con el Estado.
La intención de Pere Aragonès era acelerar las negociaciones tras las municipales para alcanzar el acuerdo de claridad sobre un referéndum en Cataluña. Pero la disolución del Congreso y la convocatoria de elecciones anticipadas lo han cambiado todo.
Ahora el President de la Generalitat está en manos de la configuración del nuevo gobierno en España.
Feijóo ya ha avanzado su intención de recuperar el delito de sedición y la mano dura en Cataluña. Su aceptación de la mesa de diálogo tiene poco recorrido a efectos prácticos. Pero sí tiene su importancia, ya que supone aceptar el marco mental del independentismo justo cuando este se encuentra más debilitado y dividido que nunca.
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