Un hombre de cabello canoso y barba, vestido con traje y corbata, hablando en un podio con un micrófono, con personas sentadas al fondo.
POLÍTICA

La CUP presiona a Junts por su abstención en una propuesta de Aliança Catalana

Han pedido explicaciones por tratar a AC 'como un partido independentista y no como una formación de extrema derecha'

PSC, Junts, ERC, Comuns y CUP reeditaron hace cuatro meses el pacto antifascista para aislar a Aliança Catalana y Vox en el Parlament. El acuerdo contempla el bloqueo de sus iniciativas legislativas para que no prosperen, e impedir así “la normalización y legitimación” de ambas formaciones. La última abstención de Junts a una propuesta de resolución de Aliança Catalana ha estado a punto de romper el pacto antifascista.

Mujer hablando en un podio con fondo de madera.

La CUP puso el grito en el cielo después de que el grupo liderado por Albert Batet se abstuviera en la propuesta de Aliança Catalana para levantar la DUI (Declaración Unilateral de Independencia). Inicialmente parecía que el pacto podía romperse, pero finalmente las cosas se han reconducido. Los propios cupaires exigieron una reunión para rehacer puentes, ante lo que consideran una “imprudencia” de Junts.

La CUP ha pedido explicaciones a los juntaires “por tratar a Aliança Catalana como un partido independentista y no como una formación de extrema derecha”. Amenazan con romper el pacto antifascista si Junts sigue jugando con fuego por “electoralismo”. Aunque por ahora consideran que el pacto debe mantenerse, para seguir bloqueando la acción legislativa de partidos que consideran “fascistas”.

Junts, entre la espada y la pared

Junts se encuentra en la difícil posición de haberse sumado al pacto contra Aliança Catalana y, al mismo tiempo, competir con esta formación en su propio terreno. Como ocurrió esta vez, pueden sentirse tentados a votar junto a Aliança Catalana por miedo a seguir perdiendo votantes independentistas. Pero esto a su vez entra en colisión con sus compromisos con el pacto antifascista.

Esto, que para Junts supone una contradicción, puede ser leído por otros como un ejemplo de la hipocresía de Junts con Aliança Catalana. Por un lado necesita competir con el partido que le está quitando más votos en el flanco independentista, y esto le lleva incluso a unirse a un pacto insólito en el Parlament. Pero a la vez quiere acercarse a sus posiciones radicales en la cuestión nacional para desmarcarse de ERC.

El cordón sanitario no funciona

Más allá de las contradicciones de Junts, el cordón sanitario ha demostrado que no funciona ni en los medios públicos ni en el Parlament. La intervención de Sílvia Orriols fue la más seguida según el medidor de audiencias en TV3, y también la que más impacto tuvo en las redes sociales. De hecho, al ver que no pueden ignorar el fenómeno, los medios han empezado a normalizar a Aliança Catalana como actor político

Tres tuits en catalán expresan críticas políticas y descontento ciudadano.

En la red social X, muchos catalanes critican el pacto antifascista porque “más propio del fascismo es lo que hacen ellos, censurar, boicotear y perseguir a quien no piensa como ellos”. Afirman que en el pacto están los partidos que han hundido Cataluña. Y creen que la prioridad es la independencia, y no “cordones que solo promocionan aquellos que no quieren llegar a ninguna parte”.

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