El procesismo, de excursión a Bruselas

Ha llegado el día. Hoy miércoles, 5 de julio el Tribunal General de la Unión Europea se pronunciará sobre la inmunidad de Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí. Bruselas acogerá pues otra de esas jornadas donde los líderes procesistas se concentran y aseguran estar muy enfadados. Si además hay elecciones en menos de 20 días, la performance se magnifica.

Diga lo que diga el TGUE es poco previsible -por no decir improbable- que Carles Puigdemont coja el avión de vuelta con sus compañeros. Si da la razón a los tres de Junts, nadie le asegura no ser detenido en España. Si la da a Llarena, habrá recurso. Pero dirigentes de su partido, de ERC, de la CUP, de Òmnium o la ANC no se perderán hoy una nueva jornada lúdico-protestona del Procés.

Al lado de Carles Puigdemont estarán Laura Borras, Jordi Turull y Míriam Nogueras. Tampoco se perderá el sarao Albert Botrán, de la CUP, que ya está de campaña electoral.

ERC, en cambio, prefiere un perfil bajo, consciente que solo le faltaba dar más alas a Junts a pocos días de las generales. Solo estarán sus dos eurodiputados, Jordi Solé y Diana Riba. En nombre del Govern -y también de Esquerra- viajará Meritxell Serret, que ya estuvo fugada en Bélgica al lado de Puigdemont. Serret, ahora consellera d'Acció Exterior, será la única representante de Pere Aragonès.

Quien no podía faltar son las entitades procesistas: La ANC estará representada por Dolors Feliu. Òmnium Cultural envía a su presidente Xavier Antich, mientras que el Consell per la República no escatima y viajan todos sus miembros. ¿Saben aquel GIF de Spiderman contra Spiderman? Eso es lo que a uno le viene a la cabeza cuando habla de Puigdemont y su Consell.

Si les sumamos alcaldes de la Associació de Municipis per la Independència, miembros de la Cambra de Comerç de Barcelona y algunos jubilados del Procés, tenemos el cuadro de hoy en Bruselas. No hay indicios que nos digan cuál será la decisión del TGUE, pero el procesismo estará allí. Un nuevo día laborable de concentraciones y victimismo. Y, aunque no se soporten, todos juntos.